Decenas de indígenas kayapó mekragnoti bloquearon este lunes “por tiempo indefinido” una importante carretera amazónica en el estado brasileño de Pará (centro norte), para exigir más ayudas contra los efectos de la pandemia de la Covid-19, así como el fin de la deforestación y la minería ilegal en sus áreas de asentamiento.
Los manifestantes erigieron dos barricadas con gomas de automóviles y maderas en la carretera, con lo cual dejaron interrumpida la circulación desde el centro-oeste del país hacia los puertos fluviales de la Amazonía y de ahí, al Atlántico.
El cacique Beppronti Mekragnotire, a través de su portavoz e intérprete Doto Takak-ire, denunció que “cada día que pasa, esa enfermedad (la Covid-19) está aumentando, por eso hacemos este movimiento, para que el gobierno mire a los indígenas, no solo a nosotros, sino de Brasil entero. Todos los indígenas necesitan ayuda”.
Hoje é dia de garantir a proteção dos Povos Originários pedindo #DerrubaVetosPL1142 https://t.co/uhRyQHWOc3
— Apib Oficial (@ApibOficial) August 13, 2020
Los indígenas kayapó mekragnoti son un subgrupo de la etnia kayapó (de la que forma parte el anciano cacique Raoni Metuktire, ícono de la lucha por la conservación de la Amazonía), habitan zonas de Baú y Menkragnoti, las cuales juntas ocupan 6,5 millones de hectáreas (la mitad del tamaño de Cuba).
Parem o desmatamento ilegal agora!
Apoie a APIB nessa campanha global pelo fim deste crime que afeta o mundo inteiro!
Escute o Coordenador Executivo da APIB Kretã Kaingang (@kretakaingang) e entenda o que está luta! pic.twitter.com/vN6th7DUW4— Apib Oficial (@ApibOficial) August 16, 2020
Según datos de la ONG Kabú, de los mil 600 habitantes de sus doce asentamientos, de 400 infectados por la Covid-19, 4 han fallecido por el virus, luego que los primeros contagios se dieran por el contacto de indígenas con poblaciones urbanas y por la presencia de mineros ilegales en sus reservas.
La Articulación de Pueblos indígenas de Brasil (APIB) denuncia que los indígenas son un blanco perfecto de la Covid-19 por sus precarias defensas inmunitarias y la desatención estatal histórica de que son objeto; lo cual, según sus datos ha provocado la muerte de 618 indígenas entre unos 21.000 contagiados en Brasil.
El país suramericano reportó hasta este lunes 3 millones 343 mil 925 casos de coronavirus, mientras el número de decesos por la Covid-19 se situó en 108 mil 054, el segundo lugar en el mundo. Luego que Estados Unidos mantiene una tasa alta de crecimiento de contagios, con 5 millones 579 mil 686 infectados y 173 mil 258 fallecidos.
Los indígenas denunciaron la falta de ayuda del gobierno contra la pandemia y dijeron que protestan también contra el llamado ferrocarril Ferrogrão, que cruzará parte del Amazonas para conectar el estado productor de granos de Mato Grosso con puertos fluviales para la soja y el maíz.
La tribu no fue consultada sobre el ferrocarril, cuya licencia el gobierno espera adjudicar a principios del próximo año. El trayecto unirá Sinop, en Mato Grosso, con el puerto de Miritituba en el río Tapajós, en Pará, creando una ruta de transporte más eficiente.
La vía férrea transcurrirá de forma paralela a la autopista BR-163, que se ha convertido en una ruta importante para la exportación de granos a los puertos fluviales para su traslado a barcos más grandes por el río Amazonas.
La BR-163 fue construida en los años 70 y durante mucho tiempo fue una traicionera carretera barrosa intransitable en la temporada de lluvias, hasta que fue pavimentada por completo este año.
Los kayapó, que viven en las cercanas reservas indígenas de Menkragnoti y Baú, afirman que la carretera llevó enfermedades a sus aldeas, por lo que buscan también una compensación monetaria.
Con información de TeleSur, América Economía y Agencia EFE.