El curso de las crisis entreveradas

Nuestro país, como el resto del mundo, sufre la crisis de salud pública provocada por la pandemia del COVID-19 desde hace varios meses, que se precipitó en una grave recesión económica que se prolongará en el tiempo. Crisis que se entrevera con el curso de la crisis económica, no resuelta, del 2008-2009 que ahora adquiere nuevas dimensiones en la crisis de la deuda pública, de la deuda de las empresas y de la deuda de los hogares. Y también se entreteje con la dimensión política de la crisis, tanto en las tensiones internas que se generan en los gobiernos nacionales como en las contradicciones entre los gobiernos y las fracciones de poder económico y entre los gobiernos, el capital y los movimientos populares.

Los datos de la caída de la economía y del comercio exterior nos abruman día con día con la consecuente pérdida de millones de empleos; y se mantiene la inestabilidad del tipo de cambio y de los precios internacionales de las materias primas.

Al mismo tiempo que se registra el crecimiento de las ganancias del capital financiero y de algunas empresas trasnacionales de actividades como Amazon y Google, se observa el crecimiento de la pobreza de millones y millones de persona y familias en el mundo.

Los datos del segundo trimestre de la economía nacional son inéditos, históricos, no registrados en más de 75 años.

En la crisis de 1995, la construcción cayó de febrero a octubre más de 30%; la manufactura cayó 10.7% en abril; en 2009 el PIB cayó en junio 10.6%, la construcción 7.1%; y la manufactura 15%. 26% las metálicas básicas, 31% la de maquinaria y equipo, equipo de transporte 47.1% en junio.

En la crisis actual, se registra que el PIB viene cayendo desde octubre de 2018; en abril de este año cayó 30%, en mayo 29.6% y en junio 17.5; en esos mismos meses la construcción se desplomó 40.23%, 36.3 y 26.1% respectivamente. La construcción, además, viene en caída libre desde agosto de 2018.

El impacto de la crisis es desigual regional y sectorialmente. Las ramas textiles, por ejemplo, han caído más del 70% en abril y mayo, las de piel más de 80%; la metálica básica 25%; equipos y componentes electrónicos 28%; y transporte 86% en abril, 79.7 en mayo y 239.6% en junio.

Al mismo tiempo se descubre ante la opinión pública el grado de descomposición y corrupción inimaginable del régimen anterior exacerbada con las privatizaciones. Las confesiones de Lozoya, los videos con el dinero para panistas y priístas para asegurar la mal llamada reforma energética que culminaba el desmantelamiento de Pemex; la compra-venta fraudulenta de empresas chatarras a Pemex… Todo lo cual ilustra lo que ya John Saxe-Fernández había denunciado en su libro la COMPRA-VENTA de México a través del Tratado de Libre Comercio.

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