Mandar por Uber la droga; nueva forma de distribuir narcóticos durante la pandemia del Covid-19

El uso de sustancias psicoactivas no es algo nuevo en la sociedad mexicana, debido a que a lo largo de la historia dichos narcóticos se han utilizado en la medicina, en la religión y en lo ceremonial.

Sin embargo, en los últimos años, lo que ha cambiado es la percepción hacia estas sustancias, los componentes, los fines, y las cantidades, así como el modo de utilización.

Es decir, ahora se consumen drogas principalmente por “placer”, para evadir la realidad y por diferentes cuestiones subjetivas, y no tanto por seguir tradiciones, ritos o cultos que se han heredado de manera transgeneracional.

La modificación en el uso de sustancias psicoactivas con un fin recreativo y de esparcimiento, se vincula directamente con la normalización, y con la baja percepción del individuo sobre la peligrosidad del consumo de drogas.

De acuerdo con un texto realizado por Jesús Kumate Rodríguez, ex presidente del Patronato Nacional de Centros de Integración Juvenil, dicha percepción es trascendental en el momento en el que el individuo toma la decisión de consumir sustancias ilegales o no hacerlo.

“Para conocer el fenómeno de la drogadicción la mayoría de los investigadores retoma las herramientas o estrategias de la epidemiología de donde se obtiene información de tipo cuantitativo sobre la incidencia, prevalencia y aspectos socioeconómicos. Las fuentes de datos en que se basan provienen principalmente de las encuestas a población en general (de 12 a 65 años) y en población estudiantil de enseñanza media y media superior (de 12 a 19 años).

“Las encuestas que han incluido en su formulario aspectos relacionados con la percepción de riesgo son las realizadas con población estudiantil. Los resultados más significativos de éstas revelan que en general la percepción de riesgo es baja, lo cual contrasta con estudios realizados en Estados Unidos, en los que se afirma que el decremento en el número de usuarios de drogas está asociado de manera consistente con el incremento de la percepción de riesgo asociado con el uso de drogas.”

Con base en estas investigaciones se podría deducir que la normalización y la disminución de percepción de riesgo de los narcóticos, se está reflejando de manera significativa en las estadísticas sobre el uso de drogas en México.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017 (Encodat), entre el 2011 y 2016 se registró un incremento del 47 por ciento de las personas entre 12 a 65 años que alguna vez han consumido alguna sustancia ilegal.

Asimismo, en el mismo periodo de tiempo se registró un aumento de casi 321 por ciento, en las mujeres que alguna vez probaron algún tipo de narcótico.

Aunque se sabe que existen algunas variables que están asociadas directamente con el abuso de sustancias psicoactivas; hasta el momento las investigaciones indican que la dependencia de un individuo hacia una sustancia sigue siendo multifactorial.

Cabe mencionar que el Gobierno de México, ha realizado importantes esfuerzos en relación al desarrollo del marco jurídico-normativo e institucional y a través de programas sociales para mitigar el incremento del consumo y uso de sustancias tóxicas.

Sin embargo, el incremento de sustancias nocivas sigue a la alza año con año.

En la actualidad a pesar de la pandemia del Covid-19, los vendedores de drogas no se han limitado para distribuir sustancias nocivas.

De acuerdo con un consumidor que fue entrevistado para A Barlovento Informa, los llamados “dealers” crearon una nueva logística para distribuir dichos narcóticos durante la coyuntura sanitaria actual:

“Te mandan el catálogo de lo que ofrecen por WhatssApp o por Facebook, y te dicen que arriba de 500 pesos te lo llevan a tu casa; y es bien cagado porque llegan en un coche equis, nada fuera de lo normal y en chinga te pasan un paquetito con mota en una bolsa de pan o disfrazado en algún producto comercial . Pero ahora por la pandemia muchos “dealers” se echaron para atrás con la venta a domicilio y entonces ahora pusieron distribuidores en cada delegación, los cuales cuando tú compras droga te dicen que tienes que ir a recogerla al lugar que ellos te digan, pero ya está cerca de tu casa, o sea en tu delegación”, aseguró el entrevistado, el cual pidió no exponer su nombre.

Además, agregó que en ocasiones la droga también te la pueden mandar a través de transportes privados, como lo son Uber, Didi y otras aplicaciones que ofrecen servicios similares.

“Yo estoy hasta el Estado de México entonces me mandan un Uber, has de cuenta que si estas muy lejos hasta el Estado de México, te dice que no hay pedo que te lo manda hasta tu casa en un Uber, obviamente en un paquete disfrazado como te digo, ya sea en una caja de zapatos o algo así; y pues has de cuenta que te dice que pagues el Uber, que pidas el Uber desde donde él te dice y pues ya tienes el producto”, declaró.

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