En febrero de 2019, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), cuyo titular es Santiago Nieto Castillo, fue alertado por el sistema financiero internacional de movimientos inusuales en diferentes cuentas bancarias a nombre de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Se hablaba de que la institución educativa realizó operaciones de 150 millones de dólares a Suiza y después fueron recibidos de vuelta.
Al respecto, el presidente del Patronato de dicha institución educativa, Gerardo Sosa Castelán, rechazó de manera categórica las imputaciones sobre gestiones u operaciones ilícitas de lavado de dinero; a partir de entonces, este personaje tramitó un amparo en caso de que se girase algún proceso judicial en su contra y ha encabezado marchas en el Hidalgo para pedir la liberación de al menos 224 cuentas bancarias que le han sido congeladas a la Universidad, lo que ha generado afectaciones en el pago de becas para alumnos y de la nómina de la institución, aunque el gobierno federal priorizó liberar algunos fondos para mantener las actividades académicas de la institución.
Sosa Castelán, hoy detenido por la Fiscalía General de la República, ha sido un personaje muy activo en la política y el sector empresarial mexicano: fue diputado federal plurinominal en la LX Legislatura, Coordinador Nacional de Instituciones de Educación Superior del CEN del Partido Revolucionario Institucional, presidente del Club de futbol Pachuca, Rector de la propia UAEH, entre otros puestos relacionados con el sindicalismo y la política, incluso aspirante a la gubernatura de su estado natal, Hidalgo.
Gerardo Sosa Castelán, se encumbró como un connotado constructor de centros comerciales, edificios, condominios y otras obras civiles en su estado. Se le identifica además como dueño de un rancho y de diversas residencias tanto en Hidalgo como en la Ciudad de México.
Todo eso fue gracias a la creación de dos empresas, las cuales son el Grupo Inmobiliario Bujarin y Grupo Inmobiliario Quinto, que planean, ejecutan y supervisan proyectos, obras públicas o privadas y construcciones de casas, edificios, condominios hoteleros, centros comerciales, viviendas de interés social, entre otros planes de infraestructura.
Se tiene referencia a que Sosa Castelán esconde un pasado porril y violento bajo la tutela de José Antonio Zorrilla Pérez, extitular de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, institución que era dedicada para la persecución de líderes sociales y políticos de oposición al régimen priísta del Siglo XX; incluso el propio Zorrilla fue acusado de ser el autor intelectual del asesinato del periodista Manuel Buendía. Bajo dicha influencia, es que en los setentas, Sosa Castelán comienza su escalada de poder en la UAEH.
En 2015, se creó en la UAEH, la figura del Patronato Universitario, lo que le permitió a Sosa Castelán hacerse del poder absoluto de empresas y recursos que se habían creado con la infraestructura de la Universidad y que hasta entonces habían mantenido bajo su vigilancia los distintos gobernadores del estado. Creado el patronato, pasaron al control de Sosa Castelán un total de 21 firmas de giros tan distintos como un rancho quesero, una gasolinera, una tienda de ropa o un periódico. La empresa más grande y productiva es la Productora Universitaria de Lácteos (Prounilac), que fabrica artículos con certificación Kosher, los cuales comercializa principalmente en la Ciudad de México. Otros giros son una mueblería, un restaurante, un hotel, un salón de eventos, una librería, una editorial, un hospital veterinario, un centro de negocios, un polifórum y hasta la orquesta sinfónica, todo esto según la síntesis informativa de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo.
Según una investigación de Antonio Ortigoza, del medio Expediente Ultra, Gerardo Sosa Castelán vive una vida de lujos, lo que apunta aún más a las sospechas de lavado de dinero de las cuales es objeto: “En el fastuoso rancho El Amaque, en Mineral de Reforma, (Sosa) recibe a sus invitados con vinos franceses tan exclusivos, señalan nuestras fuentes, como Chateau Petrus Pommerol (89 mil pesos en La Europea) o Chateau Margaux cosecha 1989, (cinco mil 200 euros) para degustar con platillos a cargo de un chef d’cuisine, un ambiente con discoteca y pantallas gigantes, cuidadosamente preparado para los fines de semana”, se lee en el texto: “Sosa Castelán, de porro a gentleman”.
Después de 30 años de militancia en el PRI, en 2018 anunció su rompimiento con dicho partido para mudarse a las filas de Morena, en un movimiento estratégico con el que parece, busca lo único que le falta en su palmarés: la gubernatura de Hidalgo; sin embargo, la nueva administración Federal ha dado un golpe en la mesa con la investigación que realiza en su contra para determinar cuál fue la procedencia de los millones vinculados a la Universidad, de los cuales se ha dicho, pudieron estar relacionados con huachicoleo, lavado de dinero y corrupción.