Durante su Segundo Informe de Gobierno, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que mantiene relaciones de respeto con funcionarios públicos sin importar su partido político y resaltó la autonomía que mantienen las instituciones de justicia del país.
“He mantenido y seguiré manteniendo una relación institucional con las autoridades emanadas de otros partidos; las y los gobernadores y presidentes municipales de cualquiera signo político encuentran en el Ejecutivo Federal respeto y trato equitativo”, señaló.
Y añadió: “Hemos cumplido la promesa de impulsar la verdadera independencia de las instituciones de justicia: la Fiscalía General y Poder Judicial de la Federación actúan con absoluto autonomía. Se acabó aquello de que todo lo ordenaba el presidente porque el Ejecutivo era el poder de los poderes”.
En este sentido incluso asentó la ausencia en Palacio Nacional del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar y del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, de quienes dijo, a pesar de estar invitados, pueden tener la “arrogancia” de no asistir a su Segundo Informe de Gobierno.
“Ahora hay justicia para el pobre y en materia de seguridad ya no hay torturas, desapariciones ni masacres, se respetan los derechos humanos y se castiga al culpable, sea quien sea, ya no hay en el gobierno federal funcionarios como García Luna”, sentenció el mandatario desde Palacio Nacional.
En los casos que están implicados ex presidentes de la República, recalcó, “he propuesto que las autoridades competentes desahoguen el asunto con absoluta libertad, y he propuesto una consulta”, a la cual dijo, él votaría en contra del juicio, pero, de ser necesario, “respetaré el fallo popular porque en la democracia el pueblo decide”.
Asimismo, afirmó que luego de ser perjudicado por diversos fraudes electorales, sabe de “el tremendo daño que ocasionan las autoridades impuestas”; por eso, destacó, “se reformó la constitución y se castigará con cárcel sin derecho a fianza a quien utilice el presupuesto público con fines electorales”.
“De los cien compromisos que hice el primero de diciembre en el Zócalo hemos cumplido 95 y el resto están en proceso, pese a los ajustes necesarios por la pandemia del Covid-19. Las acciones gubernamentales realizadas son expresión de lo que hemos soñado desde hace años, corresponden a una visión de país, de un mundo justo”, sentenció el Ejecutiva Federal.
Y, como lo ha resaltado en otras ocasiones, destacó que “desde Francisco I. Madero, nunca un presidente había sido tan atacado como ahora; los conservadores, están enojados porque perdieron privilegios (…) pero gozan de absoluta libertad de expresión que les da derecho a disentir sin persecución política”.
Además, el mandatario mexicano precisó que las tres primeras transformaciones de la historia nacional, la Independencia, la Reforma y la Revolución, se hicieron con las armas “y ahora lo estamos logrando de manera pacífica. Hay oposición al gobierno, como en toda auténtica democracia, pero la mayoría de los habitantes de México apoyan nuestra gestión. Gracias les doy por la confianza”, dijo.
Al respecto añadió que algunos críticos “piden que apliquemos recetas económicas contra las que hemos luchado, piden en suma que yo traicione mi compromiso con la sociedad o que renuncie a mi congruencia, y eso, no va a ocurrir. Ya está en marcha la nueva política económica del desarrollo con justicia”, sentenció y aseguró que están sentadas las bases del México del porvenir para el próximo primero de diciembre, a dos años de gobierno.
Aseguró que entonces sólo restará seguir gobernando con rectitud y continuar con la revolución de las conciencias, “para lograr a plenitud un cambio de mentalidad que cuando sea necesario, se convierta en voluntad colectiva dispuesta a defender lo alcanzado en beneficio del interés público y de la Nación”.