El fundador de Wikileaks, Julian Assange, se dispone a luchar por su libertad en un tribunal británico después de una década de trama legal, impugnando el intento de las autoridades estadunidenses de extraditarlo por cargos de espionaje relacionados con la publicación de documentos militares confidenciales en su portal.
El periodista y activista australiano Julian Assange se enfrentaría a una condena de 175 años de prisión si fuera declarado culpable en suelo estadounidense de los delitos que se le atribuyen 18 cargos por violar la Ley de Espionaje. Pero su extradición depende de lo que decida la justicia británica, que a partir de este lunes y durante unas cuatro semanas, escuchará a las partes en el tribunal central de Old Bailey, en Londres, antes de tomar una decisión que cambiará para siempre la vida del fundador de WikiLeaks. El proceso, que empezó en febrero , fue pospuesto debido a la pandemia provocada por el Covid-19.
Abogados de Assange y del gobierno de Estados Unidos tienen programada una audiencia de extradición mañana lunes en Londres, la cual había sido aplazada debido a la pandemia del coronavirus.
Jennifer Robinson, abogada de Assange, dijo que el caso “es, en esencia, sobre derechos humanos básicos y libertad de expresión”.
“Los periodistas y los denunciantes que dan a conocer actividad ilícita de compañías o gobiernos y crímenes de guerra —tales como las publicaciones por las que Julian ha sido acusado— deberían estar protegidos de ser enjuiciados”, declaró.
Fiscales estadunidenses alegan que Assange es un delincuente y no un paladín de la libertad de expresión. Al tiempo, el programador alega que es un periodista protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, y afirma que los documentos filtrados exhibían un comportamiento indebido del ejército.
Con información de AP y ABC.