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La Ciudad de México, un espacio para disfrutar

Como muchas capitales del Mundo, la Ciudad de México responde a un desarrollo histórico que habla, recrea, da vida y transforma el hacer y quehacer de sus habitantes; es un desenvolvimientos qué, para aquellos que la visitan, ofrece un verdadero crisol de experiencias que van desde lo más trivial, como un paseo por un barrio virreinal, hasta el encuentro con un sofisticado y singular museo o centro de espectáculos con la más alta tecnología.

Sin detenernos en los números fríos de la dinámica económica, extensión territorial, la densidad de población o la capacidad de su aeropuertos internacional, el principal del país, podemos decir que la capital del país es el centro económico, político, económico y cultural de todo México, pero al mismo tiempo referencia, destino, aspiración de muchos habitantes de otros países de la región.

En el contexto de esta reflexión resulta sencillo decir que la “Gran Ciudad de México” ofrece a sus visitantes historia, cultura, recreación y negocios. Todo al mismo tiempo en el mismo lugar. Hay historias, leyendas, cuentos y anécdotas para rescatar, recordar, reordenar y actualizar.

En los histórico, basta caminar por sus calles para extraer la esencia de un México que tiene la riqueza de su arquitectura virreinal como puede ser la Catedral Metropolitana, pero también la fuerza de un pueblo que se negó a morir y está en las entrañas misma de la tierra, como lo es el Templo Mayor, vestigios que dan cabida a infinidad de historias y leyendas las cuales están impregnadas en las paredes del Centro Histórico.

Bajo esta perspectiva se pude ir de la zona arqueológica de Cuicuilco, al barrio de Coyoacán; de Xochimilco con su pintorescas trajineras a Ciudad Universitaria, donde existe una de las expresiones más puras del muralismo mexicano.

Como estos, muchos otros ejemplos nos permiten extraer historias que dan forma y sustento a la grandeza de la ciudad. En la que también contribuyen infinidad de personajes desde Hernán Cortés, Diego Rivera, Frida Kahlo, Octavio Paz, Fidel Castro, Trosky, Moctezuma, Cuauhtémoc, Salvador Novo, María Félix, Emilio “Indio” Fernández, Cantinflas, Villa. Zapata, Benito Juárez, Maximiliano, Carlota y muchos, muchos más personajes que están ahí, solo basta dar unos pasos para encontrarse con su legado, su esencia y, por qué no, con un poco de imaginación, con ellos mismos.

No es difícil para el viajero encontrarse con un personaje histórico en la Ciudad de México, porque están ahí. Los encontramos en el Castillo de Chapultpec, en el Palacio de Bellas Artes, en el Paseo de la Reforma, el edificio de la Lotería Nacional o en el Zócalo Capitalino, en las colonias emblemáticas como la Condesa y la Roma, solo hay que rescatarlos en su contexto; esta metrópoli es fruto de un desenvolvimiento histórico, político y cultural.

Es una de las ciudades con más museos en el mundo. Los hay de historia, de ciencia, de tecnología, de personajes, de caricatura, bueno hasta de zapatos. Visitarlos es un encuentro de muchos museos en un museo, como es el caso del Palacio de Bellas Artes donde el edificio en sí ya es emblematico, pero lo que tiene dentro habla de la grandeza cultural de México.

Todo se complementa con los centros de espectáculos, los teatros de primer orden, galerías; pero una gran ciudad no estaría completa si no ofrece a sus viajeros la oportunidad de comprar. Para este fin destaca, por ejemplo, un  paseo por la avenida Presidente Masarik, en Polanco o por los grandes almacenes distribuidos a lo largo y ancho de la ciudad.

Pero mención especial merece el turismo de negocios, un renglón cuya derrama económica es de las más importante para la ciudad, simple y sencillamente, por la gran cantidad de congresos, convenciones y viajes de incentivos que se realizan; la fortaleza de este sector se observa en complejos de talla internacional como el Centro Banamex, el Centro de Convenciones de Santa Fe, el de la Ciudad de México, el World Trade Center, complejos complementados con una importante oferta hotelera que van desde los hostales hasta hoteles de gran turismo, todo según el bolsillo del visitante.

El turismo médico es otro renglón también por explorar. En suma la Ciudad de México, sus características y atractivos están ahí, solo falta mostrarlas, darlas a conocer, presumirlas, explorarlas, acariciarlas y por qué no, explotarlas.

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