1.- ¿Cuándo perdió la ruta el Partido Revolucionario Institucional?
Lamento decirles que mi aseveración es muy optimista, porque creo que nunca la tuvo; fue poco revolucionario y mucho de institucional, pero con instituciones que formó de acuerdo a sus conveniencias, sentires e intereses; pocas veces vio para el pueblo; es más, el partido, como partido, no lo hizo, fueron algunos de sus integrantes que, al estar en el poder, tuvieron la decencia y la conciencia histórica de hacer valer los principios que le dieron vida, más de forma que de fondo, pero se conservaba en el discurso y era amplia su base; se buscaban talentos, se formaban cuadros y había disciplina, un reparto más equitativo de los cargos de elección popular, aunque, ciertamente, el esquema de mando y obediencia, era inexorable y la cargada el pan de cada día; el tapado existió.
Pero un día cambió el esquema, la corrupción llegó al tope y murió el sistema para iniciar con el neoliberalismo; además, poco a poco las derrotas empezaron a llegar; la oposición fue ganando espacios y el tricolor, en lugar de analizar las situaciones para corregirlas, siguió con su modelo y sus dirigentes se volvieron pragmáticos; ante lo incierto en las elecciones, la dirigencia se cerró, tuvo sus cuadros consentidos y los ligó de un cargo al otro, sin ningún recato; y cuando la crisis se agudizó, a los predilectos les dio las plurinominales, y si dar un paso en la calle, ni un discurso, tuvieron cargo y para ocupar las comandancias de las bancadas, pero ni así se tuvo la sensibilidad de sentarse a analizar las cosas, ni con la llegada del blanquiazul a la presidencia; al final se seguía con el neoliberalismo y había puestos, cada vez menos, pero suficientes para los amigos
Se recuperó el poder, y el neoliberalismo a la mexicana, como lo dice Paco Ignacio Taibo, con corrupción, se acentuó con Peña Nieto; ya el blanquiazul había señalado la ruta de la simulación; una barda y no una refinería, una estela de luz en lugar de obra de provecho, combate al narco, con decenas de policías y soldados muertos, y los jefes en la chorcha con los patrones del narcotráfico, y el pueblo padeciendo porque programas sociales se convirtieron en dineros desviados para campañas, y se sabía y varios de ellos fueron candidatos en el 18; casi todos perdieron; menos de diez distritos ganados; ahí la cosecha de tantos años de ser utilitaristas, ambiciosos, mercenarios y soberbiocínicos.
El sexenio de Peña fue el de los 43 y miles más de desaparecidos, el de la estafa maestra y el de la continuidad de la guerra contra el narco, pero, como con Fecal, sólo contra un gruido determinado y el otro gozaba de impunidad descarada; el de la letalidad, muertos no hablan y a asesinarlos, aunque ya se hubieran rendido, y de reformas estructurales que buscaron privatizar la educación y desmantelar petróleos y la CFE, abrirse a la total dependencia de los Estados Unidos, adquiriéndose casi toda la gasolina que se requiere, el huachicoleo, la podredumbre, así como el sometimiento de la prensa en los canales que usted quiera y la derechización del gobierno se descaró, más que con Carlos Salinas
Los principios del tricolor fueron como los adolescentes que juran que al crecer serán los revolucionarios siempre, pero, en el poder, todo se olvida, se goza y se sirve de él; no se sirve al pueblo, al que el tricolor sólo vio en discursos y, lo peor, no se arrepiente.
El tri no perdió el rumbo, fingió que era revolucionario, pero con la edad se dejó atrás el discurso revolucionario, enterró la justicia social y la soterrada corrupción, salió a la luz.
2.- Cienfuegos a México, y se espera que los jueces estén a la altura para juzgar y no se salga con la embajada de que se violó el debido proceso y se le deje en libertad absoluta.
3.- Frío y lluvia recorrerán el país; si la obra que dijo el prianismo que se hizo se hubiera realizado y si se hubiera endeudado a la mitad, el país marcharía más fácilmente
4.- La gasolina sigue a la baja; aquéllos que pronosticaron gasolina a 28 pesos sólo en el primer año de gobierno de Andrés Manuel y 35 en el segundo, se quedaron esperando; y el dólar a 45 y caída en la bolsa de valores, pero no; los agoreros del desastre, erraron.