Bar de la Narvarte se vuelve restaurante, para “sobrevivir” ante la pandemia del Covid-19

La pandemia del Covid-19 no solo ha arrebatado miles de vidas, sino también ha afectado los bolsillos de miles de empresarios. Tal es el caso de Alejandro Guerra, quien hace más de año y medio con ayuda de sus socios, inauguró un bar llamado Tipsy, en la colonia Narvarte.

Este establecimiento comenzó a operar de manera adecuada y los sueños de Alejandro y sus colaboradores se comenzaban a materializar; sin hasta que una pandemia los obligó a cambiar de estrategia para “sobrevivir”.

De acuerdo con Alejandro, él y sus socios siempre han acatado las normas que ha establecido el Gobierno de la Ciudad de México para evitar contagios de Covid-19. Por esta razón, es que hace  unos meses Tipsy cerró sus puertas durante varias semanas.

Alejandro y sus socios siguieron pagando  los sueldos de sus empleados de manera normal. Sin embargo, como era de esperarse, esta estrategia no era sostenible a largo plazo.

“Cuando tuvimos que cerrar en marzo, pasaron varios meses, hasta agosto me parece, que fue que pudimos volver a abrir; durante ese tiempo nosotros seguimos pagándole a nuestro personal, pero llegó el momento cuando tuvimos que dejar ir a la mitad de nuestro personal. Fue grave el impacto económico porque los gastos no paran, uno tiene que seguir pagando renta, luz, teléfono, todos los servicios; y pues sin tener ingresos es un reto muy difícil, sigue siendo muy difícil”, comentó  Guerra para A Barlovento Informa.

Después de este cierre abrupto, los problemas siguieron para Alejandro y sus socios, debido a que posteriormente se tuvieron que enfrentar a la restricción de horarios impuestos por el Gobierno capitalino.

“Con la apertura de negocios, se vio muy mermada la asistencia de nuestros clientes, y sobre todo por el horario que se nos ha sido recortado . Primero era a las 11, después a las 10, ahora es a las 5 de la tarde . Entonces ha sido un impacto muy grande que hemos tenido que sobrellevar”, indicó

Ante dichas disposiciones, Alejandro y sus socios decidieron adaptarse y utilizar la creatividad.  “Cambiamos un poco el  giro del negocio, porque nuestro ingreso era completamente nocturno; y ahora vendemos por la mañana pancita, birria, chilaquiles y enchiladas, esto  con tal de sobrevivir al negocio”, finalizó

Cabe señalar que uno de los socios de dicho bar es médico, por lo que ahorita se encuentra en la primera línea de batalla ante el Covid-19. Por el momento Alejandro está asumiendo ambos roles, como solidaridad ante su compañero y para que sobreviva dicho negocio.

De acuerdo con la  Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo en la CDMX (CanacoCDMX), se estima que 37 mil 800 negocios ubicados en la capital mexicana,  quebraron durante el 2020.

 

 

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