1.- Parece una verdad de Perogrullo, pero no siempre se toma en cuenta, se pasa por alto y no siempre se elige a los mejores para los puestos de elección popular; se va por los amigos, por los que se sabe que serán manejables, por los que tuvieron atenciones para los electores en lo interno, pero pocas veces se pone atención en que lleguen los que deseen hacer el trabajo para la ciudadanía, los que piensen que se puede hacer algo o mucho para que este país camine, para que vaya a situaciones superiores de vida, para que generalice el bienestar, para que todo sea cada vez más de todos, y que se encuentre en buen estado y funcione, que esté al servicio de todos, y que todos aporten lo mejor que tengan para ser más fuertes, y la fortaleza sólo puede ser permanente si se toma en cuenta a los más necesitados, si se les proporcionan los recursos para su desarrollo, pero no por dádiva, sino por justicia social.
La unidad va de la mano con la solidaridad, que es la clave para salir adelante en lo colectivo, para que se hagan las reparaciones de los errores económicos y de descuido social más rápido y más fácil, para que se encuentren soluciones a la brevedad y en la medida de lo necesario, de lo tangible, atendiendo las prioridades aquí y ahora.
Los partidos, mientras mayor sea su compromiso con la ciudadanía, más deben tener el cuidado para la elección de sus candidatos, y el perfil debe sostener por punto de partida el respaldo para la ciudadanía, el interés por elevar su nivel de vida, uso responsable de los recursos financieros y humanos, y estar abierto a las circunstancias para bien de la propia comunidad, es decir, atender las variantes para eficientar la labor, para que se alcance al mayor número por el mayor tiempo posible, siempre pensando en que todos los días se debe ir en el mismo sentido, como lo hace el presidente, que no descansa, le da cara a las dificultades y busca las soluciones, y, en cada paso que se da, se pone la huella de que la honestidad es intrínseca, que la tendencia va en el sentido de servir, de sacar provecho hasta el último centavo que llega a las arcas nacionales para devolverlo al pueblo en obras y en bienestar financiero y social; lo que es lógico, parece simple, pero no se hacía, y parecía normal el que existiera la turbiedad; quien no transa no avanza se convirtió en uno de los lemas más comunes de los tiempos; aceptado y hasta festejado.
Es tan simple, tan sencillo, pero no se hacía, se abrió la puerta de par en par a funcionarios de moral distraída, cuando no el cinismo rampante, y así se amasaron las grandes fortunas. Muchos culpan a la política de sus corruptelas, como para justificar sus fechorías, lo que es una rotunda mentira, no es la política la que les llevó a ese grado, no culpen a la política, ya lo eran, y, al estar en el lugar en el que se podía tomar un poco de lo tanto que había, descubría su cultura deshonesta, se llevaban lo que no les correspondía, al fin el otro lo propio hacía, y todos terminaban en un juego de complicidades de escándalo.
Morena es el partido que mayor obligación tiene de elegir, por congruencia a los principios que le dieron vida y por el propósito de transformar las estructuras del país para que sea más de todos, a los mejores en cada uno de sus puestos, sobre todo después de una primera experiencia, en la cual se cometieron errores que no deben repetirse, se dio la confianza a individuos que no cumplieron con la expectativa, que se entronizaron pensando que ahora sería su turno, pero se equivocaron de sexenio, y en lugar de que se aceptara que las condiciones son otras, nunca se hicieron de un pensamiento progresista ni actuaron en ese sentido, fueron un verdadero fracaso, y algunos quieren ir de nuevo, lo que me parece una desfachatez que no se puede permitir; es la hora de examinar el papel que desempeñaron en los puestos en los que estuvieron, y de no satisfacer a la comunidad, deben ser retirados, y los nuevos, si no tienen programa de acción, no deben ser aceptados en el Movimiento de Regeneración Nacional, porque se trata de ser respaldo para el presidente, y sólo pueden estar los mejores hijos del país, los que tengan conciencia de servicio, de honradez, de rectitud y capacidad de trabajo.
De las alianzas hablaré mañana, pero adelanto que la actitud de Mario Delgado no es la óptima, la imposición a las bases en los estados no es lo que se espera de un dirigente de corte democrático, y que se cierre, que sea sordo ante los reclamos, menos, pero ya lo veré otro día, aunque no quiero dejar pasar la ocasión de decirlo porque no se puede pensar en alcanzar la democratización de la colectividad si no se hace al interior.
Cierro diciendo que la política es el arte del diálogo, pero también que existen principios irreductibles, y son: honradez, democracia, servicio a los demás y solidaridad en cada una de las acciones, quien no se encuentre en este tenor, no merece ser parte de los que conformarán las planillas de este partido político porque no ayudarán al país en su transformación social; se necesita congruencia en su trabajo, pensamiento y acciones progresistas, y quien no lo entienda, puede ir al prianperredismofifí y satélites afines.
2.- Cuba vive, Cuba existe y sigue siendo un ejemplo, pues pese al bloqueo, excelente en educación, en medicina y en más rubros. Cuba envía doctores a los lugares en los que se les requiere, otras naciones mandan soldados para asesinar a los libertadores.
3.- La diferencia entre hoy al neoliberalismo: dólar más abajo que entonces, igual la gasolina, el gas sólo 76 centavos más, pero el salario de 88 pesos a cerca de 190. A los conservadores (a quienes les molesta que así se les califique) no se les da gusto, aunque sí disfrutan de estos indicadores que igual hablan de inflación controlada y que los empleos se van recuperando, mientras que la atención hospitalaria es superior al 2018, y la oportunidad de democratizar los sindicatos sigue al alba, y todo sin represión.
4.- Resulta que a mitad del 2021 México tendrá su propia vacuna contra el Covid, y será la UNAM la que la produzca, lo que habla de una institución que trabaja por el bien de la nación, con gran respeto hacia la ciudadanía.