No mencionó ni una vez a Joe Biden, pero en su discurso de despedida, Donald Trump pidió a los estadounidenses que recen por el éxito de la nueva administración. Asimismo, aseguró que su movimiento apenas comienza.
“Esta semana, se inaugura una nueva Presidencia y recemos por su éxito para que Estados Unidos siga siendo un lugar seguro y próspero”, dijo el todavía presidente en un discurso difundido por la Casa Blanca.
Además, aseguró que su misión como presidente 45 de los Estados Unidos fue “hacer a América grande otra vez”, reiterando su tema de campaña y constante frase propagandista. “Peleé por Estados Unidos y todo lo que representa, para que sea segura, fuerte, orgullosa y libre. Ahora, mientras me preparo para hacer el traspaso de mando a una nueva administración el miércoles al mediodía, quiero que sepan que el movimiento que fundamos está apenas comenzando”, indicó.
Asimismo, en cuanto al terreno internacional, aseguró: “Hemos restaurado la fortaleza en casa y el liderazgo estadounidense en el extranjero. El mundo nos respeta de nuevo. Por favor, no pierdan ese respeto” y añadió: “Revitalizamos nuestras alianzas e impulsamos a las naciones del mundo a plantar cara a China como nunca antes” y como resultado “de la valiente diplomacia y un realismo basado en principios” se alcanzaron “históricos acuerdos de paz en el Oriente Medio”.
“Es el amanecer en el nuevo Oriente Miedo y estamos trayendo de vuelta a casa a nuestros soldados”, sostuvo en referencia a la reducción del número de efectivos estadunidenses desplegados en Afganistán, Siria e Irak, entre otros lugares.
Sobre la forma en la que las televisoras de los Estados Unidos y las redes sociales le silenciaron ya en el ocaso de su mandato, el mandatario expresó: “Bloquear el debate libre y abierto viola nuestros valores centrales y nuestras más largas tradiciones. Estados Unidos no es una nación tímida de personas domesticadas que deben ser protegidos de aquellos con los no están de acuerdo”, expresó.
Además, agradeció a su vicepresidente Mike Pence, a todo el equipo de la Casa Blanca, a las Fuerzas Armadas y al Servicio Secreto que le protegió a él y a su familia durante su mandato.