Sectores de la oposición y la sociedad haitiana en general dan un ultimátum al presidente Jovenel Moïse. La crisis política se agrava en un país cuyo destino ha sido azotado por innumerables desastres naturales y gobernantes que prácticamente han actuado como dictadores.
La oposición haitiana convocó a una serie de protestas en todo el país hasta el 7 de febrero, fecha prevista para el final del mandato del presidente Jovenel Moïse. También anunciaron que intensificarán sus medidas llamando a un levantamiento general con bloqueos, desobediencia civil, protestas espontáneas y barricadas si Moïse no abandona el poder.
En las últimas semanas, Haití ha experimentado nuevas olas de protestas debido al descontento del pueblo haitiano con el proyecto presentado por Moïse de celebrar elecciones presidenciales y legislativas este 2021 y también por el controvertido proceso de referéndum constitucional para sustituir la actual constitución, que la oposición ha calificado de inconstitucional.
“Recientemente el gobierno de Jovenel Moïse con el apoyo de las Naciones Unidas y la OEA están proponiendo un referéndum constitucional para el 25 de abril. Este referéndum constitucional es en realidad un referéndum inconstitucional porque prácticamente destroza la constitución haitiana. El actual gobierno debería dejar la presidencia del país ahora en febrero de 2021 porque ya ha cumplido su mandato de cinco años, lo que significa que las elecciones para el país deberían haber sido realizadas el año pasado”, explica a Brasil de Fato Paulo Henrique Campos, brigadista del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Haití.
La actual constitución de Haití prohíbe expresamente la celebración de una consulta popular para modificar la Carta Magna. Sin embargo, el Consejo Electoral Provisional (CEP), cuyos miembros fueron nombrados por Moïse y que carecen de legitimidad a los ojos del pueblo haitiano, anunció que el referéndum constitucional se celebraría en abril, mientras que las elecciones presidenciales y legislativas tendrían lugar el 19 de septiembre.
“Esta iniciativa (referéndum constitucional) del presidente Jovenel Moïse, en realidad, es parte de una estrategia de la derecha del país y de su partido para permanecer en el poder y continuar aniquilando las pocas conquistas democráticas que se han ganado a través de duras luchas por el pueblo haitiano”, dice Campos.
“Esta propuesta va en contra de lo que las calles, los movimientos sociales de masas, los movimientos populares y la sociedad en general en Haití proponen y exigen”, añade.
Según el brigadista del MST, Haití es actualmente un país sin Parlamento, por lo que Moïse gobierna como una especie de poder único en el país, al cual define como una dictadura presidencial. Además de esto, la trayectoria histórica que carga el país caribeño de esclavitud, colonialismo, intervenciones extranjeras, tragedias climáticas, políticas neoliberales, violaciones de derechos humanos, entre otras, han dejado al país sumido en la miseria de una combinación de crisis: políticas, sociales, económicas y de inseguridad.
Con información de Roxana Baspineiro / Brasil de Fato, Rebelión.Org.