La lucha contra el incendio más grande de los últimos diez años continúa en el municipio de Tepoztlán estado de Morelos. Desolación, tristeza, incertidumbre, cansancio, desánimo y mucha preocupación por nuestro querido cerro, por nuestra gente, por los animalitos y los árboles.
Hace cinco años pasó algo similar, pero la situación era distinta, dijo a barlovento informa, Karen Barragán, quien trabaja en un hotel de la localidad y ha formado parte del gobierno municipal de Tepoztlán en otras administraciones.
El incendio inició a las cinco de la tarde del pasado domingo, una chispa, la resequedad del ambiente, una colilla de cigarro, hasta dicen que, por el cambio climático, “¡vaya usted a saber!”, complica todo en el cerro en la temporada de secas; en paraje Malinalapa, predio Santo Domingo comenzó todo a arder.
Hace unos cinco años, pasó algo similar, veíamos las lenguas de fuego demasiado cerca, igual que ahora, el viento arreció y la situación fue para peor; pero hacía muchos años que no veíamos algo así, nuestros familiares y amigos del barrio de San Juan sentían el calor muy cerca de sus casas.
Aquí, la gente es solidaria y rápido se forman brigadas de rescate, como la que encabeza el brigadista Gabino Rodríguez Villaseñor, que cuenta con 27 voluntario experimentados, siempre hay muchos voluntarios en el pueblo, pero ahora sí fue insuficiente, sin más apoyo no se podrá extinguir el fuego, que dicen ya ha consumido más de 50 hectáreas.
Ahora sí, nos ha llovido sobre mojado, continúa su relato Karen, los Tatas… “usted entiende nuestros mayores”, dicen que está enojado el cerro del Tepozteco, que no está a gusto con nosotros, vaya usted a saber, la cosa es que estamos aquí mirando todas las desgracias que no paran desde el 2016, incendios, temblores que destrozaron nuestra Convento de la Natividad, que por más lucha que hacemos no ha podido ser restaurado, que por falta de presupuesto, que por la pandemia, que por que no hay dinero.
La situación se nos ha complicado a los pobladores de Tepoztlán, nos dice la entrevistada, el incendio está en las cañadas, y el acceso es complicado, y eso que los Tepoztecos conocemos bien veredas y caminos, pero es difícil, llegar, los brigadistas le han buscado el lado más accesible, pero apenas han podido.
Hace unas horas llegaron los helicópteros, con todo el equipo para auxiliar al cerro, “a nuestro amado cerro,” pero la situación se complica cuando el viento aumenta, no hay manera de que los helicópteros despeguen, es peligroso para todos.
Mire usted, me enseña Karen unas fotografías de su celular, tomadas desde el llano donde se encuentra un campo de futbol, el espectáculo es impresionante conforme cae la noche el viento y la obscuridad no ayudan, hemos pasado horas sentados aquí viendo las maniobras, pero son horas largas, sin buenas noticias y como si eso fuera poco estamos con la angustia interna del contagio por la pandemia, pero qué más nos puede pasar, ahora hasta el presidente municipal hemos pedido, murió hace unas horas Don Rogelio Torres Ortega.
Estamos en horas inciertas, tristes, de dolor, aquí en el corazón, entonces la mujer pone su mano derecha sobre pecho izquierdo, no queremos ni hablar, con la simple mirada sabemos los tepoztecos… que la cosa anda mal.
De nuevo la noche está por caer, los helicópteros no podrán salir a realizar su trabajo, esperamos que el Dios Tepozteco se deje ayudar pronto y que caiga la lluvia, en fin, mañana será otro día y ya veremos…. “Dios dirá”.