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Estados Unidos: Joe Biden, los primeros cien días

Cien días después de la toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, después de que la toma del capitolio por las hordas fascistoides de Donald Trump exhibiera la descomposición y crisis del sistema político estadounidense y, particularmente, su caduco sistema electoral, y que el racismo estructural de la sociedad estadounidense mostrara, una vez más, la violencia de los supremacistas blancos y de la policía y la respuesta y condena social contra esa violencia (Black Lives Matter), la vida de los negros importa), el primer informe del nuevo presidente muestra un cambio cualitativo en la propuesta para enfrentar la crisis multivariada.

A lo largo de los cien días ha emitido un sin número de decretos para detener alguno de los últimos horrores de Donald Trump, empezando por reconocer la gravedad de la pandemia y realizar una urgente vacunación a la población de adultos mayores, si bien con una concentración imperialista de las vacunas, y el problema migratorio, empezando por reconocer a los dreamers. Apoyos financieros para los hogares, para los trabajadores, atención a la problemática migratoria, reconocimiento de la gravedad del problema ambiental y el retorno de Estados Unidos al Acuerdo de París, entre otras medidas urgentes.

En esta ocasión destaco la política sobre la reconstrucción de la infraestructura de su país, por la importancia de enfrentar un grave problema de la economía estadounidense que al mismo tiempo puede generar un importante número de empleos. Una acción, afirma, para “reconstruir una nueva economía”, para crear millones de nuevos empleos, todo un plan para crear trabajos americanos; y reconstruir la posición de Estados Unidos frente a China. Inversión no vista desde la construcción de los higways interestatales de los años cincuenta. Infraestructura que está abandonada, como se advirtió en la crisis de energía eléctrica en Texas hace unos meses; infraestructura también deteriorada en el sistema de distribución de agua, y en los puentes, en ferrocarriles, en puertos y aeropuertos.. Enfrentar la competencia en investigación y desarrollo y en manufactura con mejores trabajos mejor pagados. Reconstruir, modernizar, el sistema de salud, millones de hogares, escuelas, hospitales, el transporte público, el sistema eléctrico …

En fin, un discurso que reconoce los graves problemas de la sociedad y de la economía estadounidenses. Un discurso que recuerda al New Deal de Roosevelt para responder a la crisis de los años treinta.

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