Esta ceremonia de perdón del Estado mexicano se inscribe en las conmemoraciones por los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, los 500 años de la invasión europea y los 200 años de nuestra independencia nacional.
De acuerdo a lo anunciado esta mañana en conferencia matutina, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que es un “imperativo de ética de gobierno, pero también por convicción propia, ofrecemos las más sinceras disculpas al pueblo maya por los terribles abusos que cometieron particulares y autoridades nacionales y extranjeras en la Conquista, durante los tres siglos de dominación colonial y en dos siglos del México independiente”.
Recordó que incluso en medios de comunicación como El Universal, El Globo y El Siglo XIX, en 1849 pedían la conformación de cuerpos del ejército dedicados exclusivamente al exterminio de los rebeldes sin mediar tregua.” Las posturas más moderadas se manifestaban por hacer desaparecer a los pueblos originarios mediante la aculturación y la asimilación, como lo expresó un editorial de El Monitor Republicano del 6 de junio de 1849”.
Acompañado de autoridades tradicionales de los pueblos mayas de la Península de Yucatán, de Quintana Roo; ciudadanos gobernadores de Tabasco, de Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo; autoridades civiles y militares, en el Museo de la Guerra de Castas, en Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo, mencionó que lo cierto es que “todos los pueblos originarios de México, todos los pueblos, hasta la actualidad, han sufrido la explotación, el despojo, la represión, el racismo, la exclusión y las masacres, todos los pueblos, pero los yaquis y los mayas han sido, para vergüenza de todos, los peor tratados, las víctimas de la mayor crueldad”.
Frente al presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, invitado especial, López Obrador indicó que las etnias Mayas y Yaquis resistieron y sobrevivieron al exterminio, “estas infamias no sólo se cometieron durante la invasión española y el dominio colonial, sino también en la época del México independiente y con mayor brutalidad durante el porfiriato, hace apenas 110 años”.
Agregó que la dictadura de Porfirio Díaz que se abatió sobre México por 34 años, de finales de 1876 a mediados de 1911, despojó de sus tierras a las comunidades indígenas para beneficiar a particulares, nacionales y extranjeros.
Dijo también, que el esplendor actual de la región no debe hacer olvidar que “aquí viven los descendientes de quienes padecieron las más inhumanas de las injusticias: la guerra de exterminio”.