En el curso de las crisis entreveradas del capitalismo mundial en esta década de los veinte del siglo XXI, recrudece ahora, en mayo del 2021, la dimensión política en varios países de Nuestra América: Colombia se levanta en marchas multitudinarias, Chile espera la respuesta popular a las elecciones de una constituyente, Perú a la espera de una segunda vuelta, Ecuador en guardia ante un renovado gobierno neoliberal, El Salvador atraviesa por un descarado autoritarismo, Brasil repudia al genocida Bolsonaro, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador enfrenta, en México, la guerra judicial…
En estos momentos, la criminal ofensiva del gobierno de Colombia encabezado por
Ivan Duque y Álvaro Uribe, expresidente anterior, ha dejado centenares de muertos y miles de heridos en un país herido desde décadas atrás. El pueblo colombiano se ha levantado ante la gota que derramó el vaso; el incremento del IVA que encabezó una regresiva reforma tributaria. El cumplimiento de los Acuerdos de Paz alcanzados hace dos años, ha sido obstaculizado por el poder,
Al mismo tiempo, las políticas frente a la crisis de la pandemia, del COVID-19, tanto en su dimensión económica como de salud pública, han sido insuficientes en la mayoría de los países y, en algunos casos, criminales, como en Brasil y Ecuador.
La vacuna contra la pandemia, lograda en tiempo record, con un fuerte apoyo público, se volvió una arena de combate entre las trasnacionales farmacéuticas y los gobiernos. Atrás quedó la decisión de los científicos que, hace más de 70 años, descubrieron la vacuna contra la poliomielitis, cuando esta enfermedad azotaba a la población mundial, que decidieron no patentarla. A Jonas Salk, uno de los dos científicos que la descubrieron, se le preguntó en un programa de televisión por qué rechazó patentar la vacuna y contestó: “No hay patente. ¿Acaso se puede patentar el sol?”. Y, reecordemos, que hace más de diez años se dio la lucha por los medicamentos genéricos, en particular para África.
Hoy, la demanda mundial de los pueblos, de organizaciones sociales, de algunos gobiernos, es por la liberación de las patentes de las vacunas. Y hasta el presidente Biden de Estados Unidos, ha demandado la liberación temporal de las patentes.