El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), como parte de sus atribuciones contenidas en el artículo 6 de la ley que lo rige, entre las que se contempla “respetar, observar, y promover el carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe de la Nación, así como su diversidad cultural, social, política y económica”, condena enérgicamente el uso denigrante y racista de la ceremonia de los Voladores de Papantla, por parte de la empresa Moneyman y el actor y conductor Arath de la Torre.
En un lamentable y burdo anuncio publicitario, dicha empresa, para promocionar sus servicios con fines comerciales, hace mofa del ritual prehispánico de los Voladores de Papantla, declarado en 2009 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Como lo establece la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en sus artículos 2 y 11, “los pueblos indígenas tienen derecho a no ser objeto de ningún tipo de discriminación en el ejercicio de sus derechos”, así como a “practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales”.
Con base en lo anterior, el INPI exige respeto a los conocimientos y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas de México, de sus culturas y tradiciones que dan origen a esta Nación pluriétnica y multicultural.
Tras la torpe difusión de una tradición arraigada en los estados de Puebla y Veracruz, demanda a todas las empresas y sectores sociales a no abonar al clima de racismo, discriminación e ignorancia que tanto daño les ha ocasionado a nuestros pueblos y comunidades indígenas.
Esta ceremonia relacionada con la fertilidad se remonta a tiempos ancestrales en los que con el permiso del Dios del Monte, cinco jóvenes buscaban el árbol más alto y mediante la invocación de los cuatro puntos cardinales y del centro del universo, pedían para que regresara la lluvia.
Por ello, no solo representa un elemento fundamental de nuestra historia y raíces, también muestra la especial relación de los pueblos indígenas con la Madre Tierra y los recursos naturales.
El INPI se manifiesta en apoyo a los pueblos y comunidades nahuas y totonacas que preservan esta danza ritual, y exige respeto a sus derechos culturales.
Asimismo, reitera que el Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y de manera transversal con todas sus dependencias, ha entablado una nueva relación de respeto y diálogo horizontal con los pueblos indígenas y afromexicano, para terminar con la etapa de abandono, racismo y discriminación que han sufrido en las últimas décadas.