De acuerdo a RTNews, En un discurso dirigido a la nación, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó este lunes a EE.UU. de aplicar “una política de asfixia económica” con el objetivo de provocar “estallidos sociales en el país”.
Tras las protestas del domingo contra el desabastecimiento y el manejo de la pandemia, el presidente aseguró que “se han tratado de imponer acciones para desacreditar al Gobierno y la revolución y fracturar la unidad del pueblo”
En una retransmisión por radio y televisión, y acompañado por parte de su gobierno, Díaz-Canel dijo que “cualquier señalamiento e inquietud de la población será valorada”, pero recordó que “los que han provocado” situaciones como las del fin de semana “alientan a que se expresen las cosas de una manera desordenada”.
“Separamos a los revolucionarios que puedan tener determinadas preocupaciones”, dijo el presidente, quien al mismo tiempo subrayó que “no permitirá” que “mercenarios vendidos a los EE.UU.” desestabilicen la nación.
El mandatario convocó “a todos los revolucionarios del país” a salir a las calles y acudir a los lugares donde se “vayan a producir estas provocaciones”.
Díaz-Canel reiteró que la nación sufre “una política cruel y agresiva de persecución financiera y energética sostenida”, que se ha visto recrudecida durante el gobierno del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Un política –continuó– que atentó también contra “la compra de combustible y de los componentes necesarios para que el sistema energético nacional” hiciese frente a la demanda.
El ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, afirmó que se está trabajando en los problemas del sistema eléctrico.
“Las limitaciones financieras y de crédito del país para reparar las termoeléctricas han estado muy marcadas por el bloqueo, así como los problemas en el acceso a los combustibles”, subrayó el ministro.
Estos “apagones” fueron una de las quejas durante las protestas del domingo y el ministro aclaró que “en los próximos días deben disminuir las afectaciones al servicio”.
La situación de salud pública en Cuba, en medio de la crisis por el coronavirus, se ha visto agravada por el bloqueo económico impuesto desde hace décadas por EE.UU., que se ha recrudecido en los últimos años, lo que ha provocado cortes del suministro eléctrico y ha dificultado el acceso a medicamentos e insumos para la producción de vacunas.
De acuerdo coninformción proporcionada por la Cancillería de Cuba, durante el gobierno de Donald Trump (2017-2021) se aplicaron 243 medidas coercitivas unilaterales contra Cuba; de ellas, 55 solo en 2020, las que sobresalieron por “su sistematicidad e intencionalidad”.
En materia de salud, las afectaciones ascendieron a casi 200 millones de dólares entre abril y diciembre de 2020; cifra que supera en 38 millones a la reportada entre abril de 2019 y marzo de 2020.
El pasado mes de junio, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución que exige el fin del bloqueo comercial, económico y financiero de EE.UU. contra la isla. En ese momento, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que los daños ocasionados por esta medida superan los 147.000 millones de dólares y acusó a Washington de aprovechar la pandemia para aumentar la presión contra la isla.