En Oaxaca existe una amplia cultura musical arraigada en sus pueblos y comunidades, entre ellos el municipio de Santa Catarina Minas, conocido por su producción de mezcal y su fuerte tradición de bandas de viento, cuyos orígenes se remontan a las capillas musicales, impulsadas por la Iglesia virreinal.
Pero tras las reformas borbónicas se redujo el gasto de festividades que incluían la música y los municipios auspiciaron estas bandas, que posteriormente fueron incluidas como vías para transmitir ideales de ciudadanización, señala el investigador del Centro de Extensión del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM en Oaxaca, Gonzalo Sánchez Santiago.
El experto universitario estudió el archivo musical de este municipio y también clasificó, catalogó y digitalizó cerca de un centenar de expedientes que contiene obras de los siglos XIX y XX; y eligió 10 piezas para transcribirlas a notación musical moderna, a fin de grabarlas y que la población las conozca.
“El proyecto está casi terminado, sólo falta grabar algunas piezas. Tuvimos ensayos con los músicos, pero la pandemia nos impuso una pausa. En 2019 se hizo una breve presentación en el Teatro Alcalá, de la ciudad de Oaxaca”, dijo el maestro en antropología social y especialista en etnomusicología.
El archivo contiene piezas de carácter religioso, pero también hay valses, mazurcas, marchas, pasos dobles, polkas, fox-trot y otros géneros musicales que se encontraban en boga en ese entonces; además de arreglos para banda de oberturas como Poeta y campesino de Franz von Zuppé.
En su estudio “La cultura musical de los siglos XIX y XX en Oaxaca: una aproximación a través del Archivo Musical de Santa Catarina Minas”, el universitario confirma lo que otros investigadores como Sergio Navarrete habían registrado: que las reformas borbónicas produjeron la reducción de gastos e inversiones en las festividades que incluían a la música, ante lo cual las comunidades indígenas desviaron sus recursos de las cajas de comunidad a las cofradías.
En un segundo momento, durante el siglo XIX, los municipios asumieron responsabilidades, por ejemplo, en educación como un paso hacia la modernización impulsada por el Estado y se incluyó a la música como una vía para transmitir los ideales de ciudadanización.
Sin embargo, las comunidades diseñaron estrategias para proteger sus recursos e invirtieron en la conformación de bandas de viento. En la práctica, auspiciadas por los municipios, servían para los rituales seculares y los religiosos.
A través del archivo musical también ha identificado que los músicos eran figuras relevantes en la organización comunitaria. Algunos, por ejemplo, pertenecían a la banda musical del estado.
Otro aspecto que revela el archivo es la forma en que las capillas musicales de viento y bandas filarmónicas fueron transformándose e innovando al incorporar diferentes instrumentos, pues se han encontrado documentos que prueban su importación desde Europa. Esto último como resultado del proyecto modernizador del Porfiriato, en el cual participaron empresarios extranjeros en el comercio de estos artículos.
Por lo anterior, el archivo musical de Santa Catarina Minas es una ventana que permite acercarse a la historia de la comunidad, a partir de su música.
“La música es importante, pues hemos visto que cuando mencionamos el nombre de algunas piezas se detonan una serie de recuerdos, sentimientos entre los habitantes, quienes comentan que determinadas obras se tocaban, por ejemplo, en los maitines de la fiesta patronal, o las tocaban sus abuelos”, dijo el académico universitario.
Derivado de la información encontrada en el archivo musical -que permanece en resguardo del municipio de Santa Catarina Minas-, el investigador buscó también acervos fotográficos que le permitieron crear un catálogo de imágenes y montar la exposición “Música y músicos de Oaxaca. Siglo XIX y XX” en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, de la ciudad de Oaxaca.