El también llamado “Abogado del Diablo” Diego Fernández de Cevallos, en su columna del día de hoy en Milenio, describe su “Crónica anunciada” de lo que será la Consulta Popular del 1° de agosto en ella describe cuatro puntos que serán los resolutivos de tal ejercicio democrático. Para el “Jefe Diego”, dicha consulta: 1) no alcanzará el porcentaje constitucional para hacerla vinculatoria, 2) El gobierno utilizará el aplastante “Sí” para los fines que le convenga (al menos reconoce que ganará el “Sí”), 3) Su tartufo, (refriéndose al Presidente López Obrador), lanzará anatemas y linchará públicamente a los expresidentes, cuando en “innumerables veces” se había pronunciado porque no se les juzgará, los sentenciará en público y denostará al INE; 4) Los “SÍ” son de los incautos que votaron por el “juicio de los expresidentes” cuando en realidad votarían por “actores políticos” random, y sus “conductas políticas del pasado” también random, y los que se decantarían por el “NO” participarían “involuntariamente” en una consulta que repudian.
Fernández de Cevallos en su sarcástico y pitoniso razonamiento que le caracteriza, califica la Consulta Popular 2021 como “el proceso más corruptor que ha sufrido nuestra vida pública”, quizás Fernández de Cevallos olvidó por un descuido, que el tras pie del alcalde de Colón Querétaro le haya condonado en 2019, 971 millones de pesos por concepto de pago de predial, y ese sí como “uno de tantos procesos más corruptos que haya sufrido nuestra vida pública” y que goza de total impunidad.
Lo que viene según “El Jefe” es la persecución a opositores “con carpetas e investigaciones a modo” de parte de los “depredadores de la cuarta” y en una posición insurgente llama a la organización popular para combatir a esa “secta, inepta y corrupta” que vive del pasando y exculpando a quien se le pare enfrente pues será recordado como el gobierno del “excusado”.
Más allá de los vituperios que lanza el “El Jefe Turfato” lo que queda claro es que algo dentro de sí mismo le carcome la consciencia e incluso hubiera deseado que nombre figurará entre los expresidentes a juzgar.
Criticar la marcada tendencia fascistoide del “turfato Cevallos” sería hacer apologías inútiles lo cierto es que sí nos ceñimos a su argumento de que en efecto la pregunta de la consulta no convoca a enjuiciar literalmente a los expresidentes sí, pone énfasis en los “actores del pasado” y sus conductas políticas, como el caso del turfato que después de la cuestionada elección de 1988 lanzó anatemas contra dichos comicios y echó a la hoguera los paquetes electorales olvidando que los votos no se queman.
Ojalá la consulta se aplique a cabalidad y este turfato sea también juzgado o al menos señalado como un “actor político del pasado” que con sus dudoso proceder político ha sido cómplice de las más grandes tragedias de México, quizá llegue el día en que el “tufato Cevallos” escriba su próxima crónica anunciada frente a un tribunal.