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Mujeres con COVID-19 pueden lactar a sus hijos e hijas

Las madres en periodo de lactancia con sospecha o con resultado confirmatorio de COVID-19 pueden seguir amamantando a sus bebés aplicando de manera estricta las medidas sanitarias como el uso de mascarilla cubriendo nariz y boca, lavado de manos con agua y jabón o aplicar alcohol gel antes y después de tocar al bebé, además de limpiar y desinfectar todas las superficies que haya tocado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se han confirmado casos de transmisión del virus SARS-CoV-2 a través de la leche materna ni durante el amamantamiento, por lo que no es necesario interrumpir la lactancia.

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2021 del 1° al 7 de agosto, la responsable del Programa de Lactancia Materna del Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” (InPer), Rocío López Ortiz, destacó que la leche materna es el alimento óptimo para la persona recién nacida, ya que contiene nutrientes y anticuerpos necesarios para el adecuado crecimiento y desarrollo de las y los niños.

Invitó a las madres a aplicar las recomendaciones sobre nutrición infantil, como iniciar la alimentación al seno materno en la siguiente media hora después del nacimiento; lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, y posteriormente alimentación mixta, es decir, leche materna y alimentos complementarios, nutricionalmente adecuados y seguros, hasta los dos años de edad.

Explicó que el calostro o la leche materna que se extrae después del nacimiento, estimula la madurez del sistema inmunológico de la persona recién nacida y la protege de enfermedades como neumonía, diarrea, infecciones de oído, asma y alergias.

Detalló que, de acuerdo con la OMS, el inicio de la lactancia en la primera media hora después del nacimiento reduce hasta 20 por ciento el riesgo de morir de la persona recién nacida en el primer mes de vida, y la evidencia científica indica que reduce 12 por ciento el riesgo de padecer sobrepeso y obesidad infantil.

Además, tiene efecto protector para la salud de la madre, ya que la lactancia reduce la posibilidad de desarrollar problemas cardiovasculares, cáncer de mama y ovario.

El amamantamiento promueve el vínculo afectivo, que ayuda a la madre a desarrollar su capacidad de respuesta materna y a su hija o hijo le brinda mayor seguridad emocional.

La especialista subrayó que los numerosos beneficios de la lactancia materna superan sustancialmente los posibles riesgos de transmisión y enfermedad asociados a COVID-19.

Indicó que el lema “Proteger la lactancia materna: una responsabilidad compartida”, de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2021 está enfocado en visibilizar que esta práctica no es sólo responsabilidad de la madre, sino de personas e instituciones involucradas, quienes deben fomentarla y protegerla.

López Ortiz señaló que debido a la contingencia sanitaria, el InPer implementó un programa de capacitación y seguimiento telefónico, a través del cual se han brindado cuatro mil intervenciones a mil 600 mujeres sobre la lactancia.

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