Qué preocupa a Raymundo Riva Palacio, columnista del financiero que reaccionó de sobremanera alarmado por la simple noticia de que el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar anunció públicamente que no, prolongaría por dos años más su mandato en el máximo tribunal del país.
El periodista y ex presidente de Notimex en tiempos de Salinas, nombró como “alfiles de Palacio Nacional” a los presidentes de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar y al destituido presidente del Tribunal Electoral, José Luis Vargas asignándole el mote de “peón”, pues según Riva Palacios son “piezas” de Julio Scherer Ibarra, consejero Jurídico del Ejecutivo Federal y por ende “subordinados” del presidente López Obrador. Prácticamente en una oposición total a todo lo relacionado con el presidente con el Presidente de la República, el columnista del Financiero al menos sí coincidió con el presidente cuando hace el recuento de cómo los ministros y magistrados fueron impuestos por el PRIAN como el caso de la Magistrada del Tribunal Electoral Janine Otálora, que en su momento fue propuesta por el Priista y actual senador, Miguel Ángel Osorio Chong, o el caso del magistrado De la Mata Pizaña propuesto por el PAN, y ¡que bueno! que lo tenga presente.
Tanto Zaldívar como Vargas mantenían un enfrentamiento, aunque “abravaban en el mismo establo” cuales vacas, pero que se vieron diezmados cuando no se les concedió a ambos mantenerse al frente de sus tribunales, así lo asevera el señor Riva Palacio lo que significó que el “empecinado” deseo del presidente López Obrador no se consumará con respecto a sus francas y públicas simpatías por el ministro Zaldívar.
La burla que no perdonó Riva Palacio fue apuntar con el dedo a Zaldívar como un ministro sin “ética” cuando en un momento deseaba mantenerse al frente de la Corte cegado de poder; pero tal parece que lo que omite Riva Palacio deliberadamente, es la auténtica falta de ética que persiste en los medios de comunicación, que cegados por el pago de “chayote” son capaces de actuar con una total inmoralidad con una ausencia total de ética; al menos Zaldívar fue, en términos generales, honesto cuando confirmó, lo que en su gran mayoría de los mexicanos perciben y es la engrosada corrupción del poder judicial, y que por cierto Zaldívar admitió que se tenía que ser honestos entre colegas del Poder Judicial, y el hecho de que admitió que había un problema que no era nada menor al referirse a la corrupción, es por mucho una actitud que de ninguna forma se le pudiera advertir como inmoral, como es la pretensión de Riva.
El cobijo que brindó el presidente cuando declaró que Zaldívar era el más honesto de todos los ministros de la Corte, le produjo estupor a Riva al grado de llamarle “cobarde” y “traidor” contra sus pares al no replicar presidente y salir en defensa de sus colegas, pues guardo “silencio” cómplice, en pocas palabras. Qué tan ética es la chuza que quiere propinar el editorialista, contra uno de los ministros de uno de los poderes que pretende defender, cuando tal parece que lo desacredita de facto, para dar chuzas, me parece señor Riva, al menos hay que tener los bolos (de la ética periodística) enfilados, cosa que no se vislumbra en su larga trayectoria.