Ante la cercanía de la temporada invernal y la baja en las temperaturas, es importante tomar medidas preventivas como la vacunación para reducir el riesgo de neumonía, ya que, en esta época del año, los casos incrementan hasta 80 por ciento, advirtió la jefa del Servicio Clínico 3 de Hospitalización del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Renata Báez Saldaña.
La especialista recordó que la neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta los pulmones y puede ser causada por bacterias, virus u hongos y puede prevenirse principalmente con la vacunación.
En entrevista por el Día Mundial contra la Neumonía, Báez Saldaña indicó que el neumococo es la causa bacteriana más frecuente de neumonía en el mundo; no obstante, la vacuna reduce 74 por ciento el desarrollo de formas graves y 54 por ciento de formas no graves.
La vacuna contra la influenza coadyuva a prevenir hasta 60 por ciento la hospitalización, además de reducir 89 por ciento la probabilidad de padecer influenza grave. Como se recordará, desde el 3 de noviembre está en marcha la campaña de vacunación contra esta enfermedad para inocular a personas de seis meses a cinco años, mayores de 60 años, quienes tienen enfermedades crónicas y mujeres embarazadas.
Precisó que la neumonía puede presentarse a cualquier edad; no obstante, afecta más en los extremos de la vida, es decir, a niñas y niños menores de cinco años de edad y personas de 60 años o más. Esta enfermedad es la tercera causa de muerte en personas menores de un año; la cuarta entre niñas y niños de uno a cuatro años, y la quinta a partir de los 55 años.
En México, la neumonía se encuentra en noveno sitio como causa de enfermedad. En 2020 se registraron 56 mil 830 casos, contra 31 mil 81 confirmados en 2019.
La jefa del Servicio Clínico 3 de Hospitalización del INER explicó que la bacteria Streptococcus pneumoniae (neumococo) y los virus de la influenza son la causa más frecuente de neumonía. Le siguen el virus sincitial respiratorio que afecta principalmente a niñas y niños, y ahora el SARS-CoV-2 causante de COVID-19.
En 95 por ciento de los casos el principal mecanismo de infección es la microaspiración de secreciones de orofaringe que contienen los microorganismos infectantes y la inhalación de las partículas aerosolizadas; por ello, es importante el uso del cubrebocas, dijo la especialista.
Detalló que la microaspiración de secreciones de la orofaringe puede ocurrir mientras la persona duerme, sin que esto ocasione daño a las vías respiratorias; pero las personas con problemas de salud y que además alojan microorganismos infectantes en la orofaringe pueden desarrollar neumonía.
Otro mecanismo de infección es el contacto directo entre personas mediante la inhalación de las partículas aerosolizadas, lo cual ocurre al toser, cantar, hablar o estornudar. Esta es la forma de transmisión más frecuente, sobre todo de influenza o SARS-CoV-2.
Otras vías de contagio que pueden llevar a neumonía es la sangre contaminada con bacterias que, en un paciente grave, pueden alojarse en los pulmones; así como la transmisión transplacentaria de la madre al feto.
El dato de alerta de neumonía es la persistencia o aumento de la intensidad de síntomas respiratorios, fiebre y dificultad para respirar. El tratamiento depende de la causa de la neumonía, ya sea bacteriana o viral, y el esquema de tratamiento es según la gravedad del caso.
Báez Saldaña puntualizó la importancia de no abusar de los antibióticos ya que no solo pueden modificar la flora intestinal, sino generar resistencia, al margen de que más de 90 por ciento de los resfriados comunes son causados por virus y no hay necesidad de prescribir este tipo de fármacos.
Además de la vacunación contra el neumococo y la influenza, es necesario el consumo de agua y alimentos ricos en vitamina A y C; evitar acudir a sitios concurridos y la exposición al tabaco, así como lavado frecuente de manos, uso correcto de cubrebocas y sana distancia.
Dijo que, como la neumonía es una enfermedad aguda, en el INER la mayor parte las personas llegan al servicio de urgencias. Hasta antes de la pandemia se brindaban al año alrededor de dos mil consultas por neumonía, de las cuales cerca de 600 personas requieren hospitalización y de ellas entre 30 y 40 por ciento desarrolla derrame pleural (formación de líquido entre las dos capas o pleuras que cubren los pulmones y forman pus o infección).
En un estado avanzado es necesario drenar el líquido o realizar cirugía para liberar la parte afectada del pulmón. Si el problema persiste, las pleuras se pueden engrosar hasta dos centímetros y presionar el pulmón complicando su función normal de expandirse en cada respiración, puntualizó.