Acerca de la elección de directivos en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el presidente señaló al columnista Leo Zuckermann por sus acusaciones contra el gobierno federal en torno al tema.
“Lo van a decidir quienes deban hacerlo”, apuntó el mandatario y criticó que el nuevo director académico pueda ser cercano a los intelectuales de oposición Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín.
Aseveró que la titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla, “es una mujer honesta”.
“La politóloga Denise Dresser es una estrella de la academia y, sin embargo, pese a su nivel de formación aseveró que en México se dio un golpe de Estado”, ironizó López Obrador.
El mandatario federal sostuvo que “ahora la conversación pública critica a intelectuales y grupos de interés que antes fueron intocables”, y recordó al economista Horacio Flores de la Peña por su compromiso social desde el CIDE y acusó a ese centro de estudios de “alinearse a la política neoliberal”.
“Como la UNAM, el CIDE se derechizó”, sostuvo López Obrador, “sus egresados no estuvieron a la altura de las circunstancias frente al saqueo más grande que se ha cometido en la historia de México”, aseveró el mandatario.
“De sus filas surgieron académicos conservadores, acomodaticios, que buscaron no perder sus privilegios mientras ascendían en la escala social y se hacían cómplices de la crisis”, aseguró el Presidente de México.
El Jefe del Ejecutivo Federal también reiteró sus críticas a Raúl Padilla “por dominar a la Universidad de Guadalajara durante 30 años”, esto en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) que se desarrolla en esa ciudad del occidente del país.
“Padilla es apoyado por intelectuales alcahuetes que a cambio son tratados a cuerpo de rey”, criticó López Obrador.
“Cada vez que llega Vargas Llosa recibe un trato especial y sería bueno que informaran cuánto le pagan”, afirmó.