Luego de la polémica que se desatará el fin de semana por el reportaje acerca de una supuesta residencia en Houston, Texas, perteneciente José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador. El mandatario nacional señaló que esta noticia se quiso equiparar con casos de corrupción, para decir todos “son iguales, es lo mismo, dónde está la autoridad. Carmen Aristegui casi lo comparaba con la Casa Blanca (de Peña Nieto)”, recalcó el presidente.
Al respecto, el titular del Ejecutivo declaró: “en este gobierno, no tienen influencia mis hijos, no se le da contrato a ningún recomendado. En el asunto del matrimonio, ahí está complicado meterse. Ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el gobierno. Ni un contrato, ni una recomendación. No somos iguales”.
López Obrador también se refirió al periodista que publicó el reportaje, Carlos Loret de Mola, y lo calificó como “un mercenario, hizo un escándalo, porque cree que somos iguales. Él estaba y sigue estando al servicio de la mafia del poder”. Asimismo, recordó que “él fue capaz de participar en un montaje de televisión de una señora francesa. Era muy amigo de García Luna y desde luego de Calderón, son de ese equipo. Fue capaz de inventar, cuando el terremoto, lo de la niña Fría Sofía. Él invento en contubernio con malos funcionarios, que ni siquiera les llamo servidores públicos, de la Secretaria de Marina. Cuando trabajaba en Televisa y eran una potencia. Tenían casi de odillas a todos los servidores públicos”
Por último, el presidente recordó el caso de Francisco I. Madero, el denominado apóstol de la democracia, a quién “la prensa lo acabo”, y afirmó que por ello, su hermano Gustavo Madero se refirió a los periodistas diciendo que “muerden la mano, de quién les quito el bozal” y subrayó que eso mismos periodistas e intelectuales luego se convirtieron en huertistas.