Esta mañana de jueves, desde Tijuana, Baja California, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador se refirió a la respuesta del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la información (INAI), en la que el organismo autónomo afirmó que no cuenta con las facultades para investigar los ingresos del comunicador Carlos Loret de Mola.
El mandatario sostuvo que “ya presentía que iban a responder de esa manera, por su actitud desde que se fundó ese instituto”.
Respecto a los periodistas como Loret de Mola, el titular del Ejecutivo Federal aseguró que son “una minoría, pues la mayoría de los periodistas gana muy poco y se arriesga mucho” y agregó que “a diferencia de quienes buscan la nota en la calle, hay periodistas que sólo operan desde oficinas y restaurantes de lujo”.
López Obrador señaló que “el que nada debe nada teme, la vida pública tiene que ser cada vez más pública. Y sí, puede ser que en cuestiones privadas se respete, pero aquí estamos hablando de dinero que tiene que ver con lo público, porque los medios son concesiones y son entidades del sector público”.
En ese sentido, el mandatario invitó a Televisa a transparentar los pagos hechos al comunicador si así lo considera pertinente.
El presidente mexicano ironizó sobre aquellos periodistas que se creen defensores de los derechos humanos. “Hay quienes ganan más. Es que ‘juegan un papel fundamental porque son defensores del pueblo, luchan en contra de las dictaduras, de los gobiernos autoritarios, defienden los derechos humanos, denuncian la corrupción’. No, nada de eso, son golpeadores para lo opuesto, para desprestigiar a quienes de verdad luchan en favor de los pobres y en contra de la corrupción”.
Más adelante, el primer mandatario afirmó que “hay un poder no legítimo que se erige para combatir los procesos democráticos”, por ello subrayó que necesario conocer cuánto dinero destinan los grupos de poder a periodistas que son alquilados para defender a esos intereses y se refirió a ellos como “mercenarios de alto rango”.
Asimismo, López Obrador reveló que si es necesario, planteará la situación al presidente estadounidense, Joe Biden, al asegurar que “toda la campaña en contra nuestra está siendo financiada por traficantes de influencias en México, que en el pasado traficaban con medicinas, que hacían negocios. Empresarios que no pagaban impuestos y también por el gobierno en Estados Unidos que les da dinero”, lo cual es una actitud injerencista, sentenció el titular del Ejecutivo.