En este segundo periodo del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, después de que en el primero se elevó el salario mínimo significativamente, se aprobaron la constitucionalidad de la pensión para adultos mayores y las reformas laborales sobre el outsourcing, y se pusieron en marcha las tres obras trascendentes de infraestructura (el aeropuerto Felipe Ángeles, AIFA, ya inaugurado, previa cancelación, al inicio del gobierno del proyecto faraónico del aeropuerto de Texcoco; la refinería de dos bocas al tiempo que se reconstruían las seis refinerías existentes hasta el inicio del periodo neoliberal, y el tren maya), se propone la reforma constitucional sobre la energía eléctrica.
La reforma eléctrica, como los otros proyectos, enfrentó la guerra mediática y judicial con amparos tras amparos que fueron desechados, lo que llevó a la propuesta de reforma constitucional, que adiciona reservar para la nación la explotación del Litio, mineral estratégico ahora y en el futuro inmediato en el desarrollo de la nueva revolución científico-tecnológica en curso para la generación de energía eléctrica.
La reforma eléctrica, la más importante del sexenio, elevada a reforma constitucional de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, propone garantizar la rectoría del Estado al establecer que la CFE generará la mayoría de la electricidad, 54%; y devolver a la CFE su carácter de empresa verticalmente integrada con prioridad para su propia generación y el monopolio de la comercialización. Fuera los contratados legados, la simulación. Las funciones de los órganos denominados autónomos, serviles a los intereses privados, volverán a la CFE.
Sin duda, la reforma eléctrica, se volvió un asunto de interés público con una amplia participación popular en el debate después de la realización del parlamento abierto impulsado por los diputados de Morena, que tuvo amplia participación social, con representantes de movimientos sociales e intervenciones de universitarios e intelectuales.
Hoy la suprema corte dictaminará sobre la validez de la reforma eléctrica, si se aprueba este dictamen de la ministra Loretta Ortiz, ya no sería necesaria la votación, aprobación, de la cámara de diputados para el carácter constitucional de la reforma. Sin embargo, habría que examinar si se reserva el carácter público de la extracción del estratégico Litio, tan estratégico que recordemos el golpe del Estado a Evo Morales en Bolivia en el que estuvieron cruzados los intereses del imperialismo estadounidense sobre el Litio.
En los últimos meses el curso de la situación internacional, la elevación de los precios de la luz desde principios del invierno en Europa y Estados Unidos que generaron niveles de inflación no registrados desde hace más de cuatro décadas; la invasión de Rusia a Ucrania desde febrero pasado y las respuestas rusofóbicas de Estados Unidos y la Unión Europea han dado otro vuelco a la inflación en los precios de los energéticos y de los alimentos.
La política seguida por el gobierno ha permitido mantener la estabilidad en los precios de la gasolina y del tipo de cambio. Sobre el gas, anuncia la secretaria de economía, Tatiana Clouthier, que se está buscando revisar la logística para bajar costos y precios al consumidor. Recordemos que la intermediación es un campo pantanoso donde se concentran en gran medida las ganancias.
Los tiempos políticos son claves: a 12 días de la consulta sobre la revocación del mandato presidencial de Andrés Manuel López Obrador, ejercicio trascendente de democracia participativa en nuestro país.