El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este jueves que los últimos cinco expresidentes de la República no son sus enemigos, pero sí sus adversarios, ya que durante sus respectivos mandatos aplicaron una política que, aseguró, se ha dedicado a combatir.
“Nosotros no tenemos enemigos, no es mi enemigo el expresidente Peña Nieto, ni el expresidente Calderón, ni el expresidente Fox, ni el expresidente Zedillo, ni el expresidente Salinas. Somos adversarios, pero no los considero mis enemigos, ellos actuaron en su momento, aplicaron una política que yo combatí siempre”.
Desde Palacio Nacional, el mandatario reiteró que nunca estuvo de acuerdo con la manera de gobernar de los expresidentes del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero nunca buscó llegar más allá de la política para convertirlo en algo personal.
“Las diferencias son de orden político, no en lo personal, yo no odio”.
“Lo que creo es que esa política que ellos impulsaron y llevaron a la práctica benefició a minorías, auspició la corrupción y produjo el atraso de México y el empobrecimiento de nuestro pueblo, ese es el fondo del asunto”.
El mandatario federal, también uso de ejemplo su desacuerdo con la administración de Carlos Salinas, y señaló que siempre lo acusó de “haber entregado los bienes de la nación a particulares de manera precisa a sus allegados”.