El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este jueves que el país latinoamericano entre en una recesión en 2023, como advirtió la agencia calificadora Moody´s el lunes pasado.
“No (habrá recesión en 2023 en México), no vamos a tener problemas”, aseguró el mandatario en su conferencia desde el Palacio Nacional.
El titular del Ejecutivo Federal señaló que el país ya enfrentó “lo más difícil” y que su gobierno centrará esfuerzos en combatir la inflación y que los mexicanos no pierdan su poder adquisitivo, en medio de una inflación superior al 8,16 % en la primera quincena de julio.
“Ya enfrentamos lo más difícil, lo más doloroso: el daño que causó la pandemia; y esto lo vamos a ir enfrentando, la inflación, buscando que no se pierda poder de compra, poder adquisitivo en las familias (mexicanas)”, aseveró.
Además, López Obrador indicó que el modelo de medición de calificadoras como Moody’s sigue basándose en la política neoliberal, que hoy está en crisis a nivel mundial, y que sólo busca privilegiar el endeudamiento de los países para poder sortear la crisis económica.
“Son modelos de medición que van de la mano con la política neoliberal, pero que están en franca decadencia, el modelo neoliberal está en crisis en el mundo, baste ver cómo estamos a nivel mundial. Sí afectó la pandemia, pero se cayó la economía como no había sucedido en 70 años. Ahora con la guerra en Ucrania lo mismo, una inflación galopante en todo el mundo (…) Sí es una crisis de la política económica mundial, pero no quieren revisarla, se aferran a lo mismo. Ahora para la pandemia, la receta de los organismos financieros para enfrentar la crisis era la misma que se aplicó desde los años 80, endeudar al país”, reafirmó el mandatario federal.
Cabe recordar que la agencia Moody’s Analytics advirtió el lunes pasado que la economía mexicana entraría en una recesión para la mitad de 2023, si se materializa una caída consecutiva por dos trimestres de la economía de su principal socio comercial, Estados Unidos. Además, previó una caída de 1,7 % del producto interno bruto (PIB) mexicano de materializarse la recesión estadounidense.