Ícono del sitio

Estados Unidos: la migración y la política antinmigrante fascistoide

El fenómeno migratorio de México y Centroamérica hacia Estados Unidos tiene dos raíces estructurales: la demanda de fuerza de trabajo de Estados Unidos, por un lado, y la expulsión de fuerza de trabajo de nuestros países cuyas condiciones de vida y de trabajo son muy precarias para la mayoría y con violencia extrema en Honduras.

La política antiinmigrante de Trump, en el contexto de una política fascistoide general, fue de una agresividad y descalificación verbal no registrada anteriormente a medidas como separación de familias, de niños que fueron enjaulados, a la no admisión de migrantes para la realización de sus trámites con la política del “quédate en México”, y a la violenta persecución y devolución, retorno, de migrantes a la frontera con nuestro país.

Esta política se registra en el contexto de la decadencia de la hegemonía mundial de Estados Unidos, acelerada con la crisis de su régimen político que se evidenció dramáticamente el 6 de enero de 2021 en el asalto al Capitolio cuando Trump intentó impedir la toma de posesión del presidente Biden y mantenía el desconocimiento de su triunfo. Trump mantiene el control del partido republicano en el congreso y el senado, la mayoría de los votos de la suprema corte y el seguimiento rastrero de varios gobernadores republicanos. El caso extremo es el del gobernador de Texas. Ahora este gobernador republicano no sólo ha reforzado la militarización de la frontera, caza a migrantes y ha decidido enviarlos a Nueva York, demócrata.

Estados Unidos atraviesa tiempos difíciles que exhiben sus crecientes contradicciones internas que se exhibirán en las elecciones d medio tiempo en noviembre.

Siguiente:El nuevo gobierno de Colombia para hacer posible lo imposible
Salir de la versión móvil