A recomendación de nuestro querido abarloamigo “Cubacoatza” me di a la tarea de ver la serie presentada por Netflix, ”El Caso Cassez Vallarta: Una Novela Criminal”, un documental que confirma la criminalidad de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Tortura, montaje, pruebas falsas, detenciones arbitrarias, fabricación de delincuentes, asociación delictuosa, entre otros delitos orquestadas por Genaro García Luna y Luís Cárdenas Palomino, quedan evidenciados en dicho documental.
Inspirado en el libro de Alejandro Volpi, el documental tiene como objetivo marcar la línea del tiempo en los acontecimientos criminales sucedidos desde el 9 de diciembre de 2005 hasta el 14 de septiembre de 2021, cuando el Secretario de Gobernación Adán Augusto López señaló que Israel Vallarta no entrará dentro de las personas beneficiarias de las liberaciones a presos que fueron propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El señor Israel Vallarta enfrenta un proceso. Fue víctima de tortura, se acreditó mediante el mecanismo de Estambul, en el proceso seguido por el secuestro de Christian, sin embargo, tiene otro proceso abierto, en el cual no se ha acreditado la tortura, y por lo tanto no puede ser beneficiario de los beneficios del decreto”, explicó el Secretario.
Hay que decir que en el documental, por cierto descalificado con prontitud por Felipe Calderón, quedan evidenciados cuando menos dos asuntos: uno de interés judicial y que perjudicó a todos los mexicanos, dada la impunidad que se vivió en el sexenio donde el entones presidente Calderón declaró la guerra al crimen organizado, la complicidad de Felipe Calderón y de Genaro García Luna, este último más poderoso que el propio presidente y con tentáculos que los hacían cómplices e incluso socios del crimen organizado.
Demoledora la declaración del entonces presidente de Francia Nicolás Sarkozy: ”Felipe Calderón era el presidente, pero el del enorme poder era Genaro García Luna”.
El otro tema es la exhibición de un personaje obscuro, abyecto, defensor supuestamente de los derechos de su comunidad, investido de superhéroe todo poderoso, liado al poder y con el suficiente poder para hundir a quien él considerará, me refiero a Eduardo Margolis, quien según el documental pide a García Luna la detención de Cassez y Vallarta como parte de una venganza.
Margolis dicen los inculpados, tenía negocios con el hermano de Cassez y quería venganza, tomar represalias en contra de Vallarta por haberle escondido unos vehículos.
No voy a develar momentos claves de la serie, pero si quiero subrayar el cinismo de Margolis, que según la versión de Cassez habló con ella, ya liberada, para decirle que el asunto no era contra ella.
Finalmente hay que dejar en claro que Loret de Mola fue cómplice del montaje y queda evidenciado por ser un mercenario de la información; las disculpas no valen de nada cuando fue cómplice de un montaje que mantuvo 7 años en la cárcel a Cassez y 17 años a Vallarta y que aún sigue preso.
También hay que decir que Televisa se quiso lavar la cara a través de Dennis Merker en otro programa, pretendiendo esclarecer el hecho.
La realidad es que por los delitos cometidos en ese momento nadie ha sido procesado, a pesar de la detención del súper policía compinche de García Luna, Luís Cárdenas Palomino.
Queda mucho por explicar, más aún cuando hubo amenazas a ministros de la Corte por parte del propio Calderón y García Luna y cuando vemos protestas encabezadas, a las afueras del supremo tribunal, por Isabel Miranda de Wallas, acusada por ser brazo operador de asuntos poco transparentes del entonces Secretario de Seguridad.
Finalmente no podemos dejar de mencionar a Vicente Fox quien permitió la tortura, el montaje y la impunidad.