La CELAC, integrada por 33 Estados de Nuestra América, se constituyó el 23 de febrero de 2010 para “profundizar la integración política, económica, social y cultural de América Latina y el Caribe, basada en el pleno respeto por la democracia y los derechos humanos”. Cada dos años cambia su Presidencia Pro Tempore. Ha tenido doce presidentes, entre los cuales mencionamos a Raúl Castro de Cuba, Rafael Correa de Ecuador, Evo Morales de Bolivia, Andrés Manuel López Obrador de México, Alberto Fernández de Argentina que acaba de concluir su periodo y el recientemente designado Ralph Gonsalves de San Vicente y las Granadinas.
Esta cumbre se considera histórica, por varios analistas, dado los últimos triunfos de candidatos progresistas, en particular el de Lula que gobierna Brasil a partir del 1 de enero de este año, con lo que se encuentran siete países democrático-populares y nacionalistas: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Honduras y México. Y también por la persistente ofensiva ultraneoliberal y oligárquica bajo el cobijo imperialista que va de la guerra mediática a la violenta represión policíaca y militar contra el levantamiento popular en Perú desde la detención e ilegal destitución del presidente Pedro Castillo, con lo cual se impuso, dice Ángel Guerra, una “dictadura parlamentario-militar-mediática”. Y hay que tener presente el intento de magnicidio en Argentina contra Cristina Fernández de Kirchner y los ataques a Francia Marques, vicepresidenta de Colombia.
Es de destacar la fuerza del movimiento popular en Perú que lleva más de 8 semanas, desde el pasado 7 de diciembre y ha sufrido más de 55 muertos y más de 1 500 heridos, reconocidos oficialmente, y centenares de detenidos. Las demandas son la renuncia de la presidenta espuria, la desaparición del congreso, la exigencia de la convocatoria a una asamblea constituyente y la libertad de Pedro Castillo. Y también la movilización popular en otros países, como la de los mapuches en Chile.
En la cumbre de la CELAC estuvieron Miguel Diaz-Canel, presidente de Cuba, Gustavo Petro de Colombia, Xiomara Castro de Honduras, Gabriel Boric de Chile y Luis Arce de Bolivia, entre otros; se condenó el golpe en Perú, avanzar en el proceso de integración en la diversidad; se acordó pedir fin al bloqueo contra Cuba y se saludó al diálogo en Venezuela.