Caen una tras otra las impugnaciones contra Morena por iniciar, dicen los opositores, campañas electorales cinco meses antes de lo permitido por la Ley Electoral.
La cuestión aquí, es que estamos en terreno de lo inédito y cómo desde hace más de cuatro años, la oposición quedó paralizada ante la situación que ahora se está viviendo. Por una parte están empeñados en lograr que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación acumule suficientes quejas, para echar abajo el proceso de selección de Coordinadora o Coordinador de los trabajos para que continúe la cuarta transformación.
Por otra parte los opositores en realidad están muy molestos, porque no han podido ni siquiera consolidar la alianza “Va por México”, e incluso están desconcertados por la mala estrategia planteada por su principal patrón, Claudio X. González, artífice de todas las derrotas de esa alianza.
Los opositores una vez más parece que la tienen perdida, porque no hay manera de prohibir algo que no está contemplado en la ley; sin embargo será el amañando TEPJF la última instancia en decidir, si es válido el proceso de Morena o no.
De todo puede haber en los próximos dos meses y días, hasta algún inconforme al interior de Morena que impugne el acuerdo, por no ser un convocatoria y solamente un acuerdo político. Por lo pronto, todos están calentando motores e incluso agradecieron a sus equipos de campaña.
Cinco millones de pesos prometió Mario Delgado a los aspirantes a coordinadores para recorre el país. ¿Será que se ajustarán a ese presupuesto?, porque la mera verdad se antoja poco cuando hay que pagar boletos de avión, hospedajes, transporte terrestre, pintas, espectaculares, gorras, camisas y toda clase de utilitarios para llegarle a la gente.
Eso sin contar el manejo de prensa o medios de comunicación, así como el de redes sociales y sus cuartos de guerra especializados en marketing político, que se dejan cobrar verdaderas fortunas, incluso hay algunos que cobran parte por adela, ya que los perdedores nunca quieren pagar.
Ya esperábamos que Omar Fayad, sí, el exgobernador de Hidalgo terminara renunciando a su filiación priísta, como era de esperarse y midiendo los tiempos políticos, el hidalguense ya renuncio al partido que lo acogió por 40 años.
En la carta de renuncia acusa a Alejandro Moreno y camarilla de obstaculizar el diálogo y la democracia al interior del instituto político, de cuartar libertades y de segregar a los que piensan diferente.
La moneda está en el aire, pero parece que será un personaje ex-priísta más que se cuele a Morena para ver qué tajada puede sacar; ya veremos.
Otro que ya se destapó, éste de la oposición, fue Mauricio Vila, actual gobernador de Yucatán, quien entrará a la contienda interna en el PAN. ¿A ver si esto no molesta a Santiago Creel?, que creía que iba en caballo de Hacienda.
Rafa Buelna