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El Bien Superior: la importancia de apoyar al INE

En México, el proceso democrático ha significado un largo camino de lucha y esfuerzo colectivo, que ha culminado en la creación de instituciones sólidas y confiables como el Instituto Nacional Electoral (INE).

El INE, como un organismo autónomo del Estado mexicano, ha sido fundamental como garantía de procesos electorales transparentes y equitativos, permitiendo que, desde el año 2000 hasta la fecha, tres diferentes partidos políticos ocupen la presidencia de la República. Además, ha supervisado más de 300 elecciones con alternancia en todo el país, un claro testimonio de su eficacia y neutralidad.

El valor de una institución como el INE reside en su capacidad de actuar como árbitro imparcial. Este papel es crucial, especialmente en un país tan diverso y complejo como México, donde la equidad en las contiendas electorales es esencial para mantener la confianza pública en los sistemas democráticos. Sin embargo, este bien superior, que es la democracia misma y su institución garante, a menudo se ve amenazado por intereses particulares y descalificaciones que surgen de enconos personales.

En este año electoral de 2024, el desafío para los mexicanos es apoyar a esta institución en su misión de organizar las elecciones, garantizando que se lleven a cabo con tranquilidad y equidad. Las críticas y los ataques sin fundamento hacia el INE no solo menoscaban la credibilidad de este organismo, sino que también debilitan la democracia misma. En lugar de ceder a la polarización y los conflictos partidistas, es crucial que los ciudadanos, líderes políticos y medios de comunicación se enfoquen en el bien superior: la integridad y la estabilidad de nuestro sistema electoral.

En esencia, apoyar al INE es proteger el derecho de cada ciudadano a tener una voz en la construcción del futuro del país. Es reconocer y preservar el sacrificio de generaciones pasadas que lucharon por un México más justo y democrático. La función del INE como árbitro electoral no debe verse como una amenaza, sino como el pilar que sostiene la posibilidad real de alternancia y pluralidad política en el país.

A medida que nos acercamos a las elecciones del 2 de junio, resulta fundamental recordar que cada proceso electoral es una oportunidad para reafirmar nuestros compromisos democráticos. El INE debe ser visto no sólo como un organizador de elecciones, sino como un custodio de nuestras libertades más básicas. Por lo tanto, garantizar su funcionamiento, sin obstrucciones ni ataques infundados, es un asunto de interés nacional y un verdadero acto de responsabilidad cívica.

La democracia electoral en México se ha fortalecido a través de los años gracias a la labor del INE. Ahora, más que nunca, es de vital relevancia que todos los sectores de la sociedad contribuyan a preservar esta institución, asegurando que su trabajo continúe siendo sinónimo de transparencia, justicia y equidad. Al hacerlo, no sólo defendemos el bien superior de la democracia, sino que reafirmamos nuestra fe en un México gobernado por el principio de respeto a la voluntad popular.

 

 

 

Rafa Buelna

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