El pasado 10 de septiembre, quien era el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, fue separado de su cargo ante una extraña polémica que en cubrió el hecho de sí fue despido o renuncia; más allá de ello, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que su política contra Venezuela y Cuba ahora podría ser más fuerte.
Según escribió el mandatario en su cuenta de Twitter, Bolton tenía ideas más suaves que él no compartía con el tema de dichos países. “De hecho, mis puntos de vista sobre Venezuela, y especialmente sobre Cuba, eran mucho más fuertes que los de John Bolton. Me estaba reteniendo!”, escribió.
En mayo, Bolton había asegurado que la Casa Blanca continuaría “cortando los lazos entre Cuba y Venezuela”. Un mes antes, Trump había amenazado con “un embargo total” y “sanciones del más alto nivel” para el país antillano si continuaban brindado respaldo militar a Caracas, rescató el medio RT Noticias.
En ese mismo mes, entró en vigencia suspensión del título III de la polémica Ley Helms-Burton, que permitía reclamar ante cortes de Estados Unidos, propiedades que fueron confiscadas tras el ascenso de Fidel Castro al poder.
Cabe destacar que poco después de la separación de Bolton sobre sus responsabilidades en la Casa Blanca, al menos 12 de 19 países han votado a favor de invocar al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un acuerdo firmado en 1947 con el que podrían promover una intervención militar en Venezuela.
Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, Haití, Honduras, El Salvador, Estados Unidos, Paraguay, República Dominicana y Venezuela, representada por el emisario de la oposición Gustavo Tarre, aprobaron que representantes de cada país en el TIAR se reúnan durante la segunda mitad de septiembre, sin precisar sitio ni fecha. Trinidad y Tobago, Uruguay, Costa Rica, Panamá y Perú se abstuvieron y Bahamas se ausentó.
México ha sido enfático a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y del propio canciller Marcelo Ebrard, quien ha descalificado cualquier iniciativa de intervención militar en la región.
Según el artículo 3.1 del TIAR, “en caso de (…) un ataque armado por cualquier Estado contra un País Americano, será considerado como un ataque contra todos los Países Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”.