La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló este 28 de octubre su preocupación por la difícil situación de vida de los haitianos más vulnerables, mientras la situación de inseguridad impide la libre circulación en el país, que enfrenta una crisis social y política con manifestaciones para pedir la renuncia del presidente.
“Los centros de salud ya no pueden ser abastecidos adecuadamente, poniendo en peligro la vida de muchos niños, mujeres y hombres”, detalla un comunicado de prensa del Coordinador Humanitario de las Naciones Unidas en Haití difundido este lunes.
“19 mil niños que sufren de desnutrición necesitan atención de emergencia. Miles de personas no tienen, o muy poco, acceso al agua potable debido a las dificultades en el suministro de combustible para las estaciones de bombeo”, agrega el texto.
A fines de agosto, las protestas populares contra el presidente Jovenel Moise, desafiado por la oposición desde su elección en febrero de 2017, se acentuaron después de una larga escasez nacional de combustible.
Militantes de partidos políticos, integrantes de organizaciones de la sociedad civil que luchan contra la corrupción, así como sectores universitarios y religiosos también se unieron al movimiento de protestas exigiendo la renuncia del jefe de estado, tras su inacción ante el bloqueo total de actividades.
El domingo, cientos de policías y ciudadanos que se solidarizaron con su causa se manifestaron en la capital para exigir mejores salarios y el derecho a crear un sindicato. Este lunes, trabajadores del sector textil salieron a las calles para exigir la renuncia inmediata de Moise.
“Estoy cansada de todas las promesas que nos hizo Jovenel Moise, de todas sus mentiras, como cuando nos prometió mejorar el sistema de transporte para ir a las fábricas”, dice Jacqueline, empleada de una empresa de subcontrataciones en Puerto Príncipe a la agencia AFP.
“Con Jovenel, mi salario ha perdido todo valor: ya no puedo mantener a mi familia”, confiesa la manifestante que prefiere mantener su apellido en reserva por temor a represalias también a dicho medio de comunicación.
El 15 de octubre pasado, la ONU anunció que terminaba su misión diplomática en la isla caribeña, aunque insistió en la importancia del apoyo internacional para dicho país: “Tras una presencia continuada de quince años centrada en el mantenimiento de la paz en Haití, las Naciones Unidas concluyen hoy este tipo de operaciones en la nación caribeña que coincide con el inicio de una misión política especial. No obstante, el país afronta una seria crisis política a la que se unen tensiones sociopolíticas y continúa necesitando el apoyo de la comunidad internacional y de la ONU”, expresó la organización internacional.
En un país donde más del 60 por ciento de la población sobrevive con menos de dos dólares al día, la inflación cruzó en agosto la marca del 20 por ciento, mientras que la moneda nacional ha perdido un tercio de su valor frente al dólar en apenas un año.
