Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) y encargado del Tren Maya, aseguró que no hay una suspensión provisional del proyecto pero si un amparo en contra de éste.
En entrevista para A Barlovento Informa, Jiménez Pons explicó que aunque no han recibido la notificación oficial de dicho amparo, tienen conocimiento de que existe y el área legal se encuentra lista para solventar el inconveniente sin entrar en desacato y continuar con los procedimientos de licitaciones para comenzar a tiempo a finales de abril.
“Existe el amparo, lo que no hemos recibido oficialmente es la notificación, que como son cuestiones legales para que uno tenga la respuesta tiene uno que certificar en qué momento recibe la notificación por parte de la autoridad judicial y como es por correo seguramente tardará en llegar”, detalló.
Además, dijo que si bien es cierto que la persona que se amparó tiene derecho de hacerlo, también debe considerarse el derecho del 97 por ciento de las comunidades indígenas que votaron a favor del Tren Maya.
“Es una persona en la zona de Calakmul, es muy importante aclarar esto porque no son comunidades las que se amparan, es un grupo pequeño y uno de sus miembros presentó un amparo por el procedimiento de la consulta indígena”, aclaró.
Asimismo, expresó que el fondo de inversiones estadounidense BlackRock promueve una obra paralela al tren, se trata de la ampliación de un carril de cada lado de la carretera de Tulum a Cancún y cerca de 20 puentes para los retornos, esta obra dejaría espacio para que pase el Tren Maya.
Respecto a las repercusiones en el presupuesto del impuesto de no residente por el nuevo coronavirus en China que se contemplaba para la obra, dijo que la Secretaría de Hacienda tiene el compromiso de cubrir los faltantes en términos presupuestales.
“La obra está asegurada indudablemente. Originalmente el esquema era 90 por ciento de los recursos de la iniciativa privada y el 10 por ciento con inversión pública, esto implica cierto nivel de deuda y un incremento de costos por intereses pero cuando se presentó un resumen el presidente vio que era mucha deuda y decidió sacar la obra de 150 mil millones con los esfuerzos de ahorro del gobierno y hacerla con inversión pública. Donde entra la inversión privada es en las estaciones”, declaró.
Por último expuso que a nivel global los trenes de pasajeros no son un negocio y en este sentido el Tren Maya no será la excepción, sin embargo, aseguró que la parte de transporte de carga y para turistas sí lo será.
“ Al pasajero local se le tiene que subsidiar y dar preferencia para apoyar campesinos y trabajadores y esta es la labor social del tren pero la otra parte comercial tiene buenos pronósticos”, comentó.
Tomando esto en cuenta habrá vagones especiales para transportar habitantes de las zonas hacia sus trabajos y otros más sofisticados con gabinetes y con amenidades especiales para los turistas. El modelo fuera de los grandes complejos hoteleros es de turismo de aventura y ecológico para ser más incluyentes con las comunidades y generar menos impacto al medio ambiente.