Por la libre 1.- Senado cómplice 2.- Cevallos 3.- Luis Videgaray 4.- ¿Anaya se cansó pronto?

1.- El senado de Estados Unidos absuelve a Donald Trump al no alcanzar los votos suficientes para hacerlo responsable de los hechos violentos del seis de enero, el asalto al capitolio para evitar que fuera certificado el triunfo electoral de Joe Biden, y que dejó cinco muertos y cuantiosos destrozos, sin que la policía interviniera con la suficiente fuerza y estrategia. Si sólo faltó que abriera la puerta. Nunca se pidieron los refuerzos, y si se hizo, fueron más ineficaces que los agentes en Morelos a la hora del peligro, lo que llama, en el mejor de los casos, a tortuguismo, porque no puedo decir que sea complicidad, pues no tengo las pruebas para sostenerlo, pero algo puede serle parecido.

Pues bien, de acuerdo a Forbes, no se reunieron los votos suficientes, al final, por ahí republicanos (no sé si los o unos) actuaron a favor del presidente que salió de su partido.

La jornada fue violenta, cobró la vida de cinco personas, tuvieron que salir corriendo los legisladores; después regresaron y se avaló el triunfo de Biden.

Donald Trump está a salvo, no se alcanzaron los votos para responsabilizarlo por los hechos referidos, y ahí están sus palabras; no me refiero a su resistencia a aceptar el triunfo de su rival, Joe, porque el sistema empleado deja una serie de dudas y cuando son reñidas las elecciones se reitera la situación, pero es otra historia que merece su espacio, sino a que, por decir lo menos, convoca a defender su punto de vista.

Las cosas se le salieron de control; hasta se vio obligado a regañarlos, para taparle el ojo al macho, pero en el ambiente flota la especie de que el entonces presidente hizo hasta lo imposible para que sus huestes le apoyaran en su intento de permanecer en el poder por cuatro años más, pero el sistema no torció a su favor, sino de su sucesor desde el 20 de enero, 14 días después de ese seis del multicitado mes, y, para algunos, lo que se buscó con ese asalto al capitolio fue un intento de golpe de estado, pero se fracasó.

No lo sé, no tengo los elementos para decirlo, pero sí hubo hechos de sangre.

Trump sonó fuerte en el Senado, constituido, desde el martes, como gran jurado, para hacerlo responsable de incitación a la insurrección, lo que es grave, tanto que se considera la jornada del seis de enero como una de las más violentas en la historia de los Estados Unidos, por lo menos en la era moderna, pero el ahora ex mandatario es salvado por sus correligionarios, quienes tendrían que rendir explicaciones a sus electores, pero no pasará nada, por la sencilla razón de que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, las cosas cambian, las situaciones se pudieran dar en contra de alguien más en otra ocasión, sin contar que el ex mandatario, al verse acorralado, algo pudiera decir.

Además, ¿por qué los demócratas no insistieron más?; ¿será que no quieren que Trump sea sublimado?. No se olvide que puede ser el candidato para el próximo periodo electoral, y al ponerlo en la picota igual y lo enaltecen si sale adelante o dejarlo en calidad de víctima, de perseguido político, si perdiera, así que dejarlo así pudo ser lo mejor para el sistema.

Lo cierto es que las cosas en los Estados Unidos, nunca, quizá menos hoy, aterrizan siempre en la legalidad y menos en la justicia; los razonamientos políticos tienen peso.

2.- Diego Fernández de Cevallos es otro de los hombres del sistema. No es desconocido que igual litigaba y estaba en el sistema, que ganaba juicios contra el estado, que tuvo un secuestro al que le faltaron respuestas; que cuando ganó el debate se retiró y dejó el camino libre para que Zedillo ganara, en otro de los puntos oscuros de un elemento acomodaticio, amigo de Salinas, al que avaló como presidente, y fue quien quemó el elemento de prueba del triunfo de Cárdenas, las boletas, calificándolas de “míticos papeles”. Me parece que merece un trato de mayor espacio el panista, servidor asiduo del tricolor, y siempre derrotado al enfrentar a Andrés Manuel López Obrador.

3.- Luis Videgaray es otro de los personajes del sistema, fiel amigo de Peña Nieto, y citado en varias carpetas sin que, hasta ahora, llegue el día en que sea llamado a cuentas y le pongan el traje que, por ahora lleva Juan Collado, Rosario Robles, Javier Duarte y otros como César Duarte en los Estados Unidos, igual que Genaro García Luna y el Chapo Guzmán. No está a salvo Videgaray; Lozoya va a hablar mucho más y pronto. El prianismo está en jaque; al fin se está haciendo justicia.

4.- ¿Alguien me puede decir qué sucedió con Anaya?. Dos o tres visitas y ya no aparece recorriendo el país, preocupado por los mexicanos, mientras que vive con comodidades. Su farsa terminó muy pronto, y es que le estaba siendo contraproducente. Nadie le creyó el cuento del dormir en las incomodidades, mientras su equipo de producción buscaba su mejor ángulo para las grabaciones.

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