El jueves se dio a conocer de la visita a México del abogado, activista y defensor de los derechos humanos de las personas afrodescendientes Martin Luther King III, hijo del también activista Martin Luther King; su arribo a nuestro país se da por la conmemoración del 190 aniversario luctuoso del que fuera presidente de la nación por ocho meses en 1829, Vicente Guerrero; un personaje políticamente relevante en la historia y de cuya afrodescendencia se habla poco.
Su nombre completo era Vicente Ramón Guerrero Saldaña, y era hijo de Pedro Guerrero, afromexicano y de Guadalupe Saldaña, indígena mexicana. Fue guerrillero, militar y presidente de México del 1 de abril al 17 de diciembre de 1829; el 15 de septiembre de ese año expidió el decreto que abolía la esclavitud.
El primero en exponer esta cuestión fue Miguel Hidalgo y Costilla, quien emitió un decreto el 6 de diciembre de 1810, en que ordenó la liberación de los esclavos y condenaba a muerte a todo aquel que se opusiera; sin embargo, el trabajo forzado continuó por mucho tiempo más pues la liberación de los esclavos se contraponía con el derecho a la propiedad que permeaba en ese momento.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se calcula que entre el Siglo XVI y finales del Siglo XIX alrededor de 12.5 millones de africanos y africanas fueron sacados a la fuerza de sus tierras de origen y llevados a América con el objetivo de ser vendidos y realizar tareas forzadas de diversa naturaleza.
Según Cristina Masferrer León, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante la Independencia la población de origen africano llegó a ser más numerosa que la de origen europeo y destaca que esta importancia numérica fue la que hizo crecer la economía de la Nueva España.
A lo largo de la historia, tanto en documentos oficiales, libros de texto y en obras artísticas, Guerrero ha sido “blanqueado” intencionalmente para hacerlo semejante a los ideales de la clase política del momento.
María Dolores Ballesteros Páez, en su libro “Vicente Guerrero: insurgente, militar y presidente afromexicano”, detalla como en distintas representaciones se juega con la pertenencia de Guerrero a la clase política y su exclusión de la misma.
“En las representaciones visuales de Guerrero hay cierta insistencia en blanquear al general para hacerlo más parecido al resto de políticos de la época. Como en las representaciones escritas, parece que para pertenecer a la élite, se debía dejar a un lado el origen racial de Guerrero y ensalzar su papel como militar, pero no como uno más de los insurgentes que en las montañas del sur lucharon por la Independencia, sino como militar de academia, elegantemente vestido. Así, el origen de Guerrero debía ser ignorado o “blanqueado” si se le representaba como un miembro más de la élite política capitalina.
“En el caso de Vicente Guerrero, insurgente que sobrevivió a la guerra y que llegó a la presidencia, se conservan un buen número de representaciones visuales del mismo, en oposición a figuras como Hidalgo o Morelos. En este ensayo, se analizarán las representaciones del general no sólo por su papel de héroe nacional que personifica la insurgencia e Independencia mexicana, sino como ejemplo de cómo se blanqueó su figura intencionalmente en un buen número de imágenes”, detalla la investigadora.
Más adelante en su texto, Ballesteros explica como Carlos María de Bustamante cambió su percepción del “héroe insurgente”.
“En junio de 1824 empezó a criticar en sus diarios la opinión del general en cuanto al perdón de ciertos militares, pero no será hasta el periodo previo a las elecciones que sus críticas a Guerrero se agudizarían (…) Bustamante se burla del aspecto físico del general. Describe a Guerrero como “un puerco cuino en lo gordo y lucio, lleno de canas y muy propio para servir de espantojo en un chilar” y en la misma línea, describe su cara como “efigie prieta y más gorda que un cuino”, y a su persona como “un hombre que debiera ser porquerizo” [ibíd.:14 de febrero de 1829 y 18 de junio de 1829]. La admiración que le había rendido desaparece y al encontrarse en bandos opuestos de la política del momento, el primer elemento al que Bustamante recurre para el ataque es el origen racial de Guerrero”, explica.
En el Siglo XIX es cuando más se empieza a notar el racismo hacia las personas africanas y afrodescendientes, como la nación mexicana está en construcción para ese momento, ocasiona que se nieguen los aportes de tal forma que ya entrado el Siglo XX cuando da inicio una campaña educativa en México, esta población ya ha sido completamente segregada y minimizada a sólo unas imágenes en libros de texto donde son retratados sólo como esclavos.
De acuerdo con el informe final de la consulta para la identificación de comunidades afrodescendientes en México que se hizo en el 2011, año que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró como el Año Internacional de los Afrodescendientes, entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre de 2001, se llevó a cabo en la ciudad de Durban, Sudáfrica, la Tercera Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y formas conexas de intolerancia; las conferencias anteriores habían tenido como tema central el Apartheid y la segregación racial.
En esta ocasión, los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y las agencias internacionales discutieron acerca de las medidas que deben tomarse para evitar, combatir y eliminar cualquiera de las complejas y diversas formas que actualmente adopta la discriminación por razón de raza.
Si bien esta conferencia trató temas relativos a los pueblos indígenas y originarios, lo mismo que la situación de las mujeres y los niños, una preocupación central fueron los efectos que ha causado la esclavitud en las vidas actuales de los pueblos de África y de los afrodescendientes en todo el mundo.
En ese contexto, las organizaciones de afrodescendientes latinoamericanos tuvieron un papel destacado en las discusiones y en la adopción de resoluciones en esta conferencia. Los resultados más significativos fueron recogidos en la Declaración y el Plan de Acción de Durban. México, como la mayoría de los Estados de América Latina, suscribió el documento.
A partir de la Conferencia Regional de las Américas, preparatoria de la Cumbre de Durban, celebrada en Santiago de Chile en el año 2000, se consolida el proceso de lucha por el reconocimiento de la existencia y presencia del movimiento identitario de la diáspora africana en América Latina, mediante el uso del término afrodescendiente
En el México actual, se tiene el antecedente del inicio para el reconocimiento afrodescendiente con la encuesta intercensal del 2015 hecha por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la cual arrojó que hasta ese momento se auto reconocían como afrodescendientes o afromexicanas un millón 380 mil personas.
Denisse Salinas, en su tesis “Nación Negra en la Costa Chica de Oaxaca: coincidencias y divergencias de la identidad afromexicana” rescata una declaración del activista Sergio Peñaloza Pérez en el periódico La Jornada donde menciona que esa cifra no es real por que muchas personas prefirieron no asumir esta identidad por la discriminación que sufren y por el olvido de su afrodescendencia.
En el censo poblacional realizado al año pasado por el INEGI por primera vez se incluyó la pregunta del reconocimiento afrodescendiente, las cifras arrojaron que en México actualmente hay dos millones 576 mil 213 personas que se auto reconocen de esta manera, lo que representa el dos por ciento de la población total. El 49.6 por ciento de esta cifra son varones y el 50.4 son mujeres.
Sin embargo, aún con una encuesta poblacional bastante reciente, se busca todavía la visibilización y el reconocimiento de personas con descendencia africana, es por eso por lo que la Universidad Nacional Autónoma de México lanzó una convocatoria a través del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) para una beca dirigida a estudiantes indígenas y afrodescendientes con la finalidad de otorgarles un apoyo económico que les permitiera seguir con sus estudios.
Uno de los requisitos para la obtención de esta beca es que periódicamente los alumnos presenten reportes de información sobre sus vidas personales, historias familiares y de sus comunidades. Quien coordinaba este programa era Dora Evangelina Mendizábal García, que en 2013 obtuvo su título de maestría con un trabajo llamado “Etnografía Intercultural del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas de la Universidad Autónoma de México”, donde presenta sin consentimiento de los alumnos la información de estos reportes que obligatoriamente deben entregar para obtener el apoyo económico.
En un comunicado, el Colectivo Intercultural “Nuestras Voces” integrado por becarios y ex becarios de este programa, denunciaron haber sido tratados como objetos de estudio tras la publicación y difusión por parte de la UNAM de ese libro.
El PUIC, después de haber recibido un pliego petitorio por parte de los alumnos, accedió a dar de baja el libro y quitar a Evangelina Mendizábal de su cargo, sin embargo, pese a los requerimientos del colectivo, sigue teniendo su título de maestría. A Barlovento Informa intentó contactarse con Mendizabal García para obtener su versión, sin embargo, no se obtuvo respuesta.
Este es un ejemplo claro de que pese al intento de visibilización de la comunidad afrodescendiente, el racismo y la discriminación permea aún dentro de instituciones como la UNAM y tratan a una comunidad como objeto de estudio.
Está bien memorar a Vicente Guerrero, un personaje histórico que es negro y ha sido blanqueado al igual que Morelos, eso es dar cuenta del papel activo que ha tenido la población negra a lo largo de la historia de México, menciona Scarlet Estrada, mujer que se reconoce como afromexicana, egresada de la carrera de Antropología Social del INAH.
Agrega que como estado que está nombrándose a favor de las etnias, esta no puede ser la única acción, una de las más importantes es la generación de políticas públicas que atienda necesidades específicas de la población afrodescendiente en cada región del país.
Además, dice, dentro de la comunidad afrodescendiente se busca generar conocimientos académicos dende ellos mismos, no desde una academia que “los estudia” aunque sí haya personas que trabaje con el tema de manera ética.
Scarlet considera que como mexicanos debemos reconocer el papel que tuvo la población negra en la construcción de la nación, tener en cuenta que hubo una época en la que fueron invisibilizados completamente además de reflexionar sobre el racismo y cómo afecta estructuralmente en la vida cotidiana.
Detalla que también se tiene una idea hegemónica de la negritud negando completamente la diversidad, que en México y quizá en otras partes del mundo no apliquen.
“Hay compañeros de colectivos que han tratado de entrar a reuniones en torno a los derechos humanos de los afrodescendientes en la ONU o en otras instituciones donde les dicen: “pero tú no puedes hablar porque no eres tan negro”, eso es algo a tener en cuenta, el ideal hegemónico de negritud quizá no aplica para México porque somos una mezcla totalmente, hay diferentes tonos de piel, diferentes tipos de cabello y no significa que seas más o menos negro”, dijo.
El racismo es un fenómeno que afecta a nivel estructural, institucional y se ve reflejado a nivel cotidiano con prejuicios y estereotipos en donde se cree, todavía la existencia de una “raza”. Las razas humanas no existen en términos biológicos y se ha demostrado por investigaciones científicas y estudios genéticos, mucho menos las razas superiores y/o inferiores.
De acuerdo con BBC en un estudio de 1972 realizado por el profesor de Harvard Richard Lewontin se analizaron unas proteínas contenidas en la sangre de diferentes poblaciones. Los resultados no mostraron diferencias significativas desde el punto de vista molecular para separar razas humanas.
Estudios posteriores contribuyeron a verificar que la secuencia de bases (las unidades que forman la información genética) en el ADN humano es idéntica al 99,9%, lo que demolió por completo la posibilidad de encontrar un parámetro fiable para definir las razas.
La conmemoración del aniversario Luctuoso de Vicente Guerrero forma parte de las actividades por la Conmemoración por los 200 años de la consumación de la Independencia Nacional, así como 500 años de Resistencia Indígena y Siete Siglos de historia de México Tenochtitlán, la cual tiene como objetivo recuperar la memoria histórica y también reivindicar el papel de la población afromexicana en nuestro país.
Por eso la relevancia dentro de la visita de Martin Luther King III quien es fundador de una organización llamada “Tengo un sueño”, que fue absorbida por el King Center. En 2008 apoyó la campaña del que se convertiría en el primer presidente afrodescendiente de Estados Unidos, Barack Obama.
Durante el evento de conmemoración mencionó que Vicente Guerrero fue un líder que vivió y murió por sus propios principios para la libertad de la gente de México y con su lema “Mi patria es primero” ha inspirado a muchos patriotas.
Como afroamericano, dijo, Guerrero experimentó vivió discriminación que fue convertida en voz para la gente mexicana.
Por último, dijo que no tiene duda de que ambas naciones, México y Estados Unidos trabajarán en cooperación para el beneficio mutuo.
Luther King III fundó, lideró y participó en organizaciones como Realizing the Dream Inc., Southern Christian Leadership Conference (SCLC), King Center, Drum Major Institute, Metropolitan West Management Asset Corporation, con iniciativas alrededor del mundo contra la violencia y la pobreza.
Luther King III es hijo de Martin Luther King quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 1694 por su resistencia pacífica a la discriminación racial en Estados Unidos.