El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, afirmó que México cuenta con las herramientas científicas y tecnológicas para desarrollar una agricultura regenerativa y sustentable.
“En esa dirección, las alianzas público-privadas juegan un papel determinante para acercar la innovación y las mejores prácticas agrícolas a los productores, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria en el país”, indicó el funcionario al participar en el foro virtual “Transformación Agroalimentaria: el nuevo camino del campo mexicano”, organizado por El Financiero Bloomberg.
En el evento, tanto investigadores, agroindustriales y autoridades subrayaron que la práctica de una agricultura responsable y la conjunción de trabajos es parte de la solución para atender los efectos del cambio climático.
“Con la convergencia de acciones entre todos los actores del sector se logrará optimizar los sistemas productivos. Se trata de atender con el esfuerzo de todos, de manera responsable, el reto de llevar alimentos a toda la población”, señaló Villalobos Arámbula.
Aún con la pandemia de Covid-19, en 2020, el campo no se detuvo y fue un sector con crecimiento, e incluso logró una producción de alrededor de 290 millones de toneladas de alimentos, además del aumento en las exportaciones agroalimentarias.
Villalobos Arámbula aseguró que el país cuenta con la tecnología suficiente para impulsar una agricultura productiva y sustentable, que permite tener un aprovechamiento responsable de los suelos y el agua, y contar con variedades de semillas más resistentes a los efectos del cambio climático y que sean rentables para los productores. “El uso de la ciencia y la innovación a favor de la agricultura son esenciales para enfrentar los retos y desafíos en el campo mexicano”, anotó.
Ante ello, recordó que se cuenta con un proyecto nacional para avanzar en la autosuficiencia alimentaria, toda vez que la disponibilidad de alimentos contribuye a la estabilidad social, donde los agricultores tienen un papel preponderante. “El compromiso del Gobierno de México, es crear las condiciones para impulsar una agricultura que incida en mejorar la calidad de vida de la población en el campo y que reduzca la migración y la pobreza”, apuntó.
Además, recordó que el 60 por ciento del presupuesto de la Secretaría lo ejercen los programas prioritarios, en beneficio de tres millones de productores de pequeña escala que tienen acceso, de manera oportuna, a insumos y equipo agrícola tras la entrega directa de apoyos.
Por su parte, el director global de Desarrollo Estratégico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Bram Govaerts, indicó que hay un gran potencial en México en el tema de la agricultura de conservación, sobre todo porque se cuenta con una red de 500 mil productores en el sur sureste para replicar proyectos productivos con agroempresas.
Destacó que el país se ha convertido en un punto de referencia para otras naciones que están tomando metodologías como MasAgro y Cultivos para México, y asume su responsabilidad de ser la nación en donde se desarrolló un modelo de producción de granos básicos, a partir del cual diversos países replicaron para tener alimentos de forma sustentable.
“Para el CIMMYT es un orgullo trabajar con Agricultura, con el Consejo Nacional Agropecuario y con otras organizaciones para, juntos, implementar iniciativas como Cultivos para México y MasAgro, con el fin de potenciar los programas estratégicos del país y agregar los elementos sistémicos necesarios para integrar la cadena de valor”, externó.