Fundada en los ochentas por migrantes centroamericanos repatriados desde Estados Unidos a El Salvador, Guatemala y Honduras, la “Mara Salvatrucha 13” (o “MS-13”) es desde hace al menos dos décadas una de las pandillas internacionales más peligrosas en el mundo. Junto con la “Yakuza” japonesa, los “Zetas” Mexicanos y la “Camorra” italiana, se encuentra en la lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como una organización de alto grado de peligrosidad. Incluso, durante los momentos más tensos de la llamada Guerra Contra el Narco, el FBI difundió que el Cártel de Sinaloa, encabezado entonces por Joaquín “El Chapo” Guzmán, aprovechó la sangrienta reputación de la pandilla: contrató a cientos de ellos y los entrenó para hacerle frente a su ex brazo armado, Los Zetas.
Dada la influencia que la “Mara Salvatrucha” ha tenido en México, cuya frontera, además, es una de las principales vías por las que acceden a Estados Unidos, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) instruyó al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) publicar cuatro documentos que elaboraron sobre la influencia y presencia de la pandilla en México.
Joel Salas Suárez, quien presentó el asunto ante el Pleno del INAI, abordó la importancia de que las nuevas instancias de seguridad, “que se crearán a partir de la reforma planteada por la administración entrante a la estructura del gobierno federal, entre ellas la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana y el Centro Nacional de Inteligencia –que sustituirá al Cisen –” tendrán la obligación de acceder al escrutinio público para “ser percibidas como instituciones protectoras de la sociedad al servicio de todos y no de unos cuantos”, por lo que es indispensable presentar la información.
“Este recurso es evidencia de que, aun cuando requieren discreción y secrecía para cumplir sus funciones, la población espera transparencia de las instituciones de seguridad e inteligencia para, como en este caso, conocer los documentos que generan y evaluar el desempeño de sus atribuciones”, dijo Joel Salas Suárez.
Aseguró que la información pública es “la única vía” para que estas nuevas instituciones no repitan los errores de sus antecesores y demuestren que responden a la demanda ciudadana de velar por la seguridad y los derechos fundamentales de los mexicanos.
Ante la solicitud del INAI, el Cisen reiteró su disposición de reservar la información durante cinco años más, ya que si se dieran a conocer los informes revelarían herramientas del Gobierno Federal, lo que fortalecería a la pandilla.
El INAI presentó un recurso de revisión y determinó que los documentos no contienen datos “cuya difusión permita obstaculizar o bloquear las actividades de inteligencia, ni información que pueda menoscabar o dificultar las estrategias o acciones para combatir a la organización criminal conocida como Mara Salvatrucha”.
“Tampoco se advirtió de qué manera hacer públicos los documentos pueda significar una ventaja para el grupo delincuencial Mara Salvatrucha, pues se trata sólo de información general y descriptiva”, menciona un comunicado del INAI.
Por lo tanto, el INAI revocó la respuesta del Cisen y le instruyó entregar versión pública de los documentos que elaboró sobre la organización delictiva. Sin embargo, debido a que los informes presentan documentos de carácter confidencial, se estableció elaborar versiones públicas, en las que se protejan las fotografías y los nombres de personas físicas, sobrenombres, edades y situaciones jurídicas.