Otálora Malassis aseguró que la violencia política de género acepta que hay personas “más o menos humanas”

En la Décima Segunda Sesión Ordinaria de Trabajo 2018 del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en México, la magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis, señaló que la violencia política por motivos de género es una problemática que debe enfrentarse, por lo que partidos políticos, autoridades y la sociedad en general debe buscar una solución para terminar con ella.

Asimismo, reiteró que la democracia significa, también, que “lo que nos hace diferentes no debe causar una distancia, ni de las personas, ni de nuestros derechos, por lo que el hecho de que una persona sea indígena, afromexicana, trans o mujer, no debe ocasionar su exclusión del espacio público”.

Por su parte, aseguró que atender este problema es hacerse cargo de las conceptualizaciones de la otredad y de cómo las condiciones sexogenéricas segregan y complican el ejercicio de los derechos políticos. “Ejercer nuestros derechos es la manifestación de nuestra dignidad y nos da el lugar en el mundo que merecemos como humanas, integrantes de una sociedad que se construye y define a sí misma”, aseguró.

Igualmente, habló sobre cómo los grupos vulnerados históricamente, ya sea por su color de piel, orientación sexual, origen nacional o cultural y su género, han sido piezas claves para la construcción de la otredad, y, de la misma forma, han determinado los desequilibrios en la repartición del poder político, así como en su ejercicio. Asimismo, la vulnerabilidad de estos grupos “han abierto las posibilidades a todo tipo de agresiones”, señaló.

Otálora Malassis aseguró que, si se sigue permitiendo este tipo de violencia política de género, significa seguir relativizando subjetividades. Es decir, que es avalar el discurso en el que se acepta que “hay personas más o menos humanas, más o menos dignas. Ello es, sin duda, inadmisible y por ello existe el Derecho, para garantizar la dignidad de cada una y de cada uno”.

También mencionó que ejercer un cargo público implica tomar decisiones a partir de las demandas de los y las ciudadanos, y de las necesidades que la ciudadanía presente. “Implica cumplir con los compromisos que se hicieron en el marco de una contienda electoral”. Por lo que, aseguró que tener la responsabilidad de haber sido electa es inconmensurable, y el poder que esto otorga trasciende por el impacto que ese poder puede generar en la vida de las y los mexicanos, “además pone en juego la credibilidad y fortaleza de las instituciones”.

“El compromiso que implica ejercer un cargo de elección popular no es menor, las mujeres no deberíamos sortear además actos que constituyen violencia política por razón de género y que no nos permiten cumplir en condiciones de igualdad nuestras funciones respecto del Estado mexicano”, finalizó Otálora Malassis.

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