A nueve años del crimen cometido por el Estado, el 19 de marzo de 2010, en el que militares asesinaron a dos jóvenes estudiantes del Tecnológico de Monterrey, en Monterrey, y luego les plantaron armas para justificar que eran parte del crimen organizado, el Gobierno Federal ha ofrecido una disculpa pública a sus familiares y cercanos, como a todo el pueblo mexicano.
Fue en la noche del 19 de marzo de 2010, cuando el cuerpo militar en la ciudad de Monterrey, les arrebató la vida a Jorge y a Javier, en un acto de violencia injustificada. Se encontraban en el campus de su universidad, cuando un operativo venía persiguiendo a un grupo de presuntos delincuentes del crimen organizado, y al “perderlos” de vista ingresaron a las instalaciones. Fue en ese momento en el que Jorge y Javier se encontraron cara a cara con un Estado criminal que prefirió apretar el gatillo y no hacer bien su trabajo.
Ante el error cometido, las autoridades correspondientes indagaron en el asunto y concluyeron que desaparecerían las cintas que alcanzaron a registrar el acto y, para justificar tal acto, plantaron armas de fuego en los cadáveres para decir que eran sicarios.
No fue, sino hasta ahora, que el Gobierno Federal de México ha decidido llevar a cabo una disculpa pública con los familiares y amigos de estos dos jóvenes. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se comprometió a dar una reparación de daños integral a los familiares.
Olga Sánchez Cordero pronunció las siguientes palabras:
“A nombre del Estado mexicano, les ofrezco una disculpa pública por la violación de sus derechos humanos en marco del uso excesivo de la fuerza, razón por la cual elementos del Ejército Mexicano privaron de la vida a Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo. Les ofrezco una disculpa por el daño a la imagen y el honor de Jorge y Javier, derivadas de las falsas acusaciones de las autoridades y por la alteración de la escena de los hechos”.
Reconoció a Jorge y a Javier como estudiantes de excelencia, e insistió en este punto ya que en su momento la noticia fue que los militares, durante el sexenio de Felipe Calderón, habían asesinado a dos sicarios. Asunto que llevó a la confusión y al inalcanzable acceso a la justicia para los familiares y la memoria de Jorge y Javier.“El Estado reconoce que Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo eran estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey, no sicarios”, sentenció.