En el foro “La Regulación u Operación de las Agencias Calificadoras de Riesgo, Experiencias Internacionales”, legisladores y expertos criticaron el papel de estos instrumentos financieros en la economía mundial, coincidiendo en que su actuar se encuentra sesgado por el sistema neoliberal.
En el encuentro, destacó la presencia de Martí Batres, presidente del Senado de la República, de algunos otros legisladores así como de expertos en finanzas y economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Unión Europea, así como de medios de comunicación especializados.
Martí Batres dejó en claro que en la Cámara de Senadores no se ha planteado ninguna reforma legislativa sobre las calificadoras. “No vislumbro que sea un tema madurado para que pueda tomarse alguna decisión. Entonces este es, sobre todo, un ejercicio de reflexión. Tenemos todo el derecho de hacerlo porque se trata de la obligación de cuidar a nuestro país”, apuntó.
No obstante, dijo, “el objetivo del gobierno, de combatir el robo de combustible, que ha derivado en la mejora de las finanzas del sector público energético, no ha motivado una calificación nueva, positiva, mayor, por parte de estas agencias calificadoras. Ambas cosas nos sorprenden mucho”.
En el evento celebrado en la antigua sede del Senado de la República, en la casona de Xicohténcatl, Arturo Huerta González, catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM, advirtió que las calificadoras han adquirido “un poder tremendo, incluso, más que el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial”.
Añadió que esas instancias condicionan su calificación a cambio de políticas económicas que contemplen austeridad fiscal, lo que frena la actividad productiva, propicia menor recaudación y dependencia del capital internacional.
Las calificadoras, aseguró, están por la mayor privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). “Dicen que el apoyo a tales empresas impactará las finanzas públicas y comprometerá el pago de la deuda; es decir, están con la política de los anteriores gobiernos neoliberales”.
El académico recordó que los administraciones anteriores dejaron de invertir en Pemex y la CFE para lograr la austeridad fiscal, a costa de ampliar la frontera de inversión al capital nacional e internacional en los sectores estratégicos de alta rentabilidad. “Ahora que el gobierno quiere recuperarlo, le bajan la calificación. Trabajan para el gran capital internacional y nacional”, sentenció.
En cuanto a la experiencia del accionar de las calificadoras en Europa, Ricardo Cortés Lastra, diputado por Cantabria y vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso español, aseguró que dichas agencias y sus calificaciones de riesgo fueron “un asunto estratégico” en el desarrollo de la crisis económica de dicho continente.
A mediados del año 2000, dijo, “cometieron graves errores y no se dieron cuenta que había un enorme riesgo con una serie de actividades, empresas e inversiones que habían creado los bonos tóxicos”. El también exeurodiputado, mencionó que las calificadoras fueron responsables de ello, porque “no calificaron determinados activos con el riesgo que debían. Se descubrió que esos instrumentos financieros acabaron resultando la ruina de miles de personas en la Unión Europea”.
Además, añadió que Europa decidió avanzar en 2013 en la legislación para regular de una manera más profunda a dichas agencias de calificación.
Por su parte, Claudia Villegas, reportera de la revista Fortuna, publicación especializada en economía y finanzas, aseguró que las calificadoras internacionales no quieren entender cuáles son las prioridades de la economía sustentable, más allá de que se les tiene que dar información y pagarles muy caro por realizar su trabajo.
Se dedican, dijo, “a observar las economías de los países para calificarlas en positivo o descalificarlas. Se trata de oligopolios con tarifas fijas, con las que cobran muy caros sus servicios. Cuando tienen algún problema o sus pronósticos no resultan como predicen, simplemente se hacen a un lado, se lavan las manos”, sentenció.
En el evento, participó también la senadora Ifigenia Martínez, de Morena, quien se mostró sorprendida de que que las agencias calificadoras internacionales, Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s, que operan en México desde hace 30 años, no incluyeran en sus recientes evaluaciones el índice de recuperación financiera de Pemex, y a nivel económico dieron al país la calificación más baja de los últimos años, lo que nos sitúa en plano negativo para la inversión privada.