Según el sexto informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) este año, se califica de grave a irreversible la degradación del agua, la biodiversidad, los océanos, el medio ambiente terrestre y la contaminación, lo que podría provocar una situación crítica para el planeta en 2050.
Pese a que algunos medios de comunicación nacionales replicaron el título de una página web que aseguraba que a la humanidad le quedan 31 años de vida, la realidad es que se trata de estadísticas de daño al medio ambiente, que si bien pueden afectar al ser humano, no se puede hablar aún del fin del mundo.
El documento de las Naciones Unidas no asegura que el planeta será inhabitable para 2050, sí se indica que la contaminación atmosférica tiene el mayor impacto negativo en la historia: “Las emisiones de gases de efecto invernadero, derivados de la quema de combustibles fósiles, siguen alterando la composición de la atmósfera, la reducción de la capa de ozono y la exposición a sustancias químicas persistentes, bioacumulativas y tóxicas”.
Asimismo, el informe señala que en 2016, el 95% de la población del planeta vivía en zonas con niveles de exposición a partículas finas por arriba de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La contaminación del aire ocasiona entre seis y siete millones de muertes prematuras en el mundo, que según el Banco Mundial, corresponden a una pérdida económica de 5.1 billones de dólares, “equivalente al Producto Interno Bruto (PIB) de Japón en el año 2013”, afirma el estudio.
Otra de las consecuencias directas de la contaminación es el cambio climático: de 1880 a la fecha, la temperatura de la superficie terrestre aumentó 1.2 grados Celsius, aproximadamente, y en la última década se tuvieron ocho de los diez años más calientes de los que se existe registro.
De continuar con las emisiones de gases de efecto invernadero la temperatura incrementará 1.5 grados más. Se necesitaría reducir dichas emisiones de un 40 a 70% para el 2050.
El documento, de más de 700 páginas, explica que apostar por un medio ambiente saludable es la mejor inversión en materia económica. Resulta más rentable pagar los 22 billones de dólares necesarios para alcanzar la meta del Acuerdo de París y bajar dos grados la temperatura mundial, que los 54 billones de dólares que por enfermedades y muertes relacionadas a la contaminación.
Debido a que los pronósticos no son favorables, el Secretario General de la ONU, António Gutierres, convocó a todos los países líderes para que “acudan con planes concretos y realistas” a la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas 2019, a celebrarse el próximo 23 de septiembre en Nueva York.