Hace cuatro días, una misteriosa explosión mató a cinco personas en una base militar cercana al Mar Blanco. Hoy, el gobierno de Rusia ha reconocido que se trató de pruebas con “nuevas armas” de propulsión nuclear.
La agencia nuclear estatal rusa, Rosatom, reconoció que los ingenieros nucleares rusos que fallecieron y los tres que resultaron heridos en el ensayo estaban probando un motor nuclear; sin embargo, medios como The New York Times aseguraron que podría haber dos muertos más de los que dijo dependencia.
Sin embargo, la Rosatom no especificó el sistema preciso que estuvo involucrado en la prueba realizada en una plataforma naval en el océano Ártico sin ofrecer más detalles técnicos. La explosión fue seguida por un pico de radiación de 40 minutos en Severodvinsk, una ciudad a 40 km al este del campo de pruebas de Nyonoksa, junto al Mar Blanco, indicó la BBC Mundo.
Los niveles de radiación alcanzados en Severodvinsk, según sus autoridades, son demasiado pequeños para causar enfermedad por radiación, dijo dicho medio de comunicación.
Expertos en Rusia y Occidente dijeron que la prueba probablemente estaba relacionada con el misil conocido como Burevestnik 9M730, que significa “petrel”, un tipo de ave marina.
Este misil ya fue probado con anterioridad por Moscú. Según dijo en 2018 el presidente ruso, Vladimir Putin, este cohete tendría un alcance “ilimitado” y sería indetectable para los sistemas antimisiles.
Al respecto, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, publicó en su cuenta de Twitter: “Estados Unidos está aprendiendo mucho de la fallida explosión de misiles en Rusia. Tenemos tecnología similar, aunque más avanzada. La explosión rusa ‘Skyfall’ tiene a la gente preocupada por el aire alrededor de las instalaciones y mucho más allá. ¡No está bien!”.
Este suceso se da después de que Estados Unidos abandonara el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) de control de armas, alegando que Rusia ya lo ha estado violando y sugirió “una nueva era del control de armas” que incluya a China en un nuevo tratado. Sobre esto, en días pasados, Putin consideró esencial que Moscú y Washington reanuden las conversaciones sobre el control de armas atómicas para evitar el comienzo de una nueva carrera armamentista.