Uno de los temas de mayor trascendencia durante la época conocida como la Guerra Fría fue la “Guerra de las galaxias”; en otras palabras, la carrera entre Rusia y Estados Unidos por generar mayor tecnología para procurar la capacidad de dichos países en la conquista por el espacio.
Sigue siendo un mito aún si la llegada a la Luna de los norteamericanos fue realidad o sólo un montaje; también mucho se habló de Laika, la perra rusa que viajó al espacio; sin embargo, ya en este Siglo XXI, se viven los primeros atisbos de esta batalla en las alturas.
El pasado 9 de agosto de este 2019, se reportó que aviones de combate estadounidenses y canadienses interceptaron dos bombarderos rusos de largo alcance frente a la costa de Alaska, según el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), que publicó imágenes del encuentro. Sin embargo, este tipo de enfrentamientos son en el cielo… EU se prepara para ir más allá.
En junio de 2018, Donald Trump, presidente de los Estados, ordenó la creación de una Fuerza Espacial, que, en ese momento dijo, se convertiría en la sexta división del ejército estadounidense, argumentando que el Pentágono necesita un servicio exclusivamente dedicado a abordar las vulnerabilidades en el espacio y asegurar el dominio estadounidense en órbita. Este proyecto estaría listo para 2020.
Al respecto, en aquel momento, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, dijo estar “absolutamente” de acuerdo en que el Pentágono debería crear una fuerza dedicada al espacio, aunque señaló cierto escepticismo sobre la forma en la que sería constituida y su operatividad.
Volviendo al tema de hace algunas semanas, dos aviones de combate furtivos F-22 de Estados Unidos, y dos cazas CF-18 canadienses, interceptaron los bombarderos rusos Tu-95 Bear con capacidad nuclear después de que ingresaron a las zonas de identificación de defensa aérea de Alaska y Canadá, que se extienden aproximadamente a 200 millas de la costa occidental de Alaska, dijo NORAD en un comunicado.
La aeronave rusa permaneció en el espacio aéreo internacional y nunca entró en territorio soberano de Estados Unidos o Canadá, agrega el comunicado. El general Terrence J.O’Shaughnessy, el comandante de NORAD, ha declarado: “La principal prioridad de NORAD es defender Canadá y Estados Unidos. Los operadores de NORAD identificaron e interceptaron el avión ruso que volaba cerca de nuestras naciones (…) Ya sea respondiendo a los infractores del espacio aéreo restringido a nivel nacional o identificando e interceptando aviones militares extranjeros, NORAD está en alerta las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año”.
Por su parte, en el contexto de la creación del comando aeroespacial, Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, mencionó en un discurso en el Pentágono: “Ha llegado el momento de escribir el próximo gran capítulo de la historia de nuestras fuerzas armadas, de prepararse para el próximo campo de batalla adonde se convocará a los mejores y más valientes estadounidenses para disuadir y vencer una nueva generación de amenazas a nuestra gente, a nuestra nación”.
Asimismo, Pence resaltó que China recientemente lanzó una operación para destruir un satélite propio con un misil, maniobra que calificó como “altamente provocadora”. También mencionó el desarrollo de un láser capaz de bloquear a las infraestructuras espaciales por parte de Rusia.
El vicepresidente indicó que la nueva normativa establecerá “los pasos exactos por tomar” para la creación de un Ejército dedicado a la seguridad en el Espacio. Según anunció Pence, el Gobierno instruyó al Congreso para que destine 8 mil millones de dólares en los próximos años, con el objetivo de que esta nueva rama pueda estar operativa en el año 2020, informó el medio Infobae. “En última instancia, el Congreso debe actuar para establecer el nuevo departamento, que organizará, entrenará y equipará la Fuerza Espacial de los Estados Unidos”, dijo el propio Pence.
Que el proyecto esté pensado en 2020, implica que en solo unos años, los reclutadores militares norteamericanos estarían buscado a las mentes más brillantes de Estados Unidos para una nueva rama del ejército de la que nadie hablaba hace apenas ocho meses.
En marzo de este 2019, el secretario interino de Defensa de Estados Unidos, Patrick Shanahan, defendió la decisión de renunciar a la creación de una Fuerza Espacial independiente y dijo que su sitio debe ser bajo el paraguas de la Fuerza Aérea, lo que incluso reduciría el costo de esta nueva armada.
“La Fuerza Aérea es donde está la experiencia en el espacio”, señaló Shanahan durante una audiencia ante el comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, informó la agencia EFE.
El jefe del Pentágono admitió que la idea de crear una Fuerza Especial independiente habría supuesto “demasiados costes y burocracias” y defendió, además, que la idea de desarrollar esta nueva división dentro del Ejército del Aire posibilitará “agilizar” su implementación, reportó dicha agencia de noticias.
Luego entonces, eventos como el sucedido en Alaska serán sin duda una realidad más allá de la atmósfera si las potencias siguen esta línea de crear fuerzas militares para poner en marcha lo que la segunda mitad del Siglo pasado se quedó en pausa: la Guerra de las Galaxias.