López Obrador marca diferencias con administraciones anteriores durante su 1er Informe de Gobierno: su administración, dijo, “representa a todos”

Este primero de septiembre, desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su 1er Informe de Gobierno, donde destacó de forma reiterada la postura de su administración, resaltando a que es contraria a los gobiernos anteriores, caracterizados por el interés material y particular en un marco de economía neoliberal.

El mandatario mexicano señaló la trascendencia en su gobierno de la separación del poder económico del poder político. “El gobierno actual representa a todos, a ricos y pobres, a creyentes y libres pensadores, así como a todas las mexicanas y mexicanos al margen de ideologías, orientación sexual, cultura, origen, nivel educativo o nivel socioeconómico”.

“El poder Ejecutivo ya no interviene, como era costumbre, en las decisiones del Poder Legislativo, y del Judicial. No se entromete en las decisiones de órganos autónomos como la Fiscalía, el Instituto Nacional Electoral, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y se abstiene de interferir en la vida interna de sindicatos y partidos políticos”, sentenció el presidente.

Al respecto, el presidente López Obrador insistió en que “se acabará la vergonzosa tradición de fraudes electorales. Traficar con la pobreza de la gente o el que destine el presupuesto para favorecer a candidatos o partidos, irá a la cárcel, sin derecho a fianza”.

El mandatario mexicano también se refirió a las demandas sociales de un sector de la población que se ha manifestado por diversas situaciones de la vida nacional, a quienes invitó a seguir alzando la voz; no así a los políticos y grupos de poder que buscan mantener sus privilegios.

“Es mucho lo alcanzado en pos de los ideales de honestidad, justicia, legalidad y democracia; con lo conseguido en nueve meses bastaría para demostrar que no estamos viviendo un cambio de gobierno, sino un cambio de régimen, y que esto no es más de lo mismo. Está en marcha una nueva regeneración de la vida pública de México, una transformación profunda con poca confrontación y sin violencia política. No dejan de existir ni queremos que desaparezcan las protestas, legítimas, de los ciudadanos, ni los reclamos de nuestros adversarios, los conservadores que se oponen a cualquier cambio verdadero, y están nerviosos o incluso fuera de quicio, sin embargo no han podido constituir para que se pueda crear un grupo o una facción con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos”.

Y añadió: “Además, lo digo con respeto, no quiero que se entienda como un acto de prepotencia, o una burla, es lo que estoy percibiendo: están moralmente derrotados, porque no han podido establecer un paralelo entre la nueva administración y el periodo neoliberal, caracterizado por la prostitución y el oprobio, que se ha convertido en una de las épocas más vergonzosas en la historia de México”.

“Si seguimos actuando de forma ética y aplicando con voluntad firme la política de moralizar la vida pública, nada ni nadie podrá detener la aplicación del principio supremo de la soberanía del Pueblo y el interés nacional se opondrá a los hombres ambiciosos, seducidos por el falso brillo de lo material y lo mezquino”, sentenció y enfatizó diciendo: “Afortunadamente, mientras lo que se oponen al cambio viven aturdidos y desconcertados, la mayoría de los mexicanos apoyan la transformación, están contentos, feliz, feliz, feliz”.

López Obrador pidió además que el Congreso de la Unión valore la facilitación de los mecanismo de revocación del mandato “como forma efectiva de control de los mandantes sobre los mandatarios”, dijo y añadió: “Espero que el congreso apruebe la Reforma Constitucional que he propuesto en esta materia. Exhorto que se destrabe la consulta popular y se cancele el fuero a servidores públicos, empezando por el del presidente”.

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