Con el fin de regresar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos al “pueblo de México”, Rosario Piedra, titular del organismo, informó que implementará diez acciones para combatir el rezago y fortalecer a la institución en todos los órdenes; sacarla de sus oficinas y acercarla a quien la necesita, es decir, a “los lugares mismos donde tienen lugar las violaciones a los derechos humanos”.
“Vamos a convertirla, en los hechos, en la Defensoría del Pueblo. Necesitamos recuperar la confianza de las y los ciudadanos, y por eso, todas decisiones podrán en el centro a las víctimas”, expuso.
De acuerdo con un comunicado difundido en su cuenta de Twitter, el primer punto consiste en combatir el rezago revisando los expedientes que no han sido atendidos y darles curso de inmediato.
En segundo lugar, informa que esta semana estará dando aviso a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores para que se inicie el proceso de selección de los nuevos integrantes del Consejo Consultivo mediante un proceso “amplio e incluyente”, abierto y transparente, sin injerencia alguna” de la presidencia de la Comisión.
Asimismo, menciona que se sostendrá un diálogo permanente con las víctimas de violaciones a derechos humanos, con los colectivos comprometidos con esa causa, con la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, todo con el fin de fomentar un análisis que fortalezcan y agilicen los procesos de la CNDH.
Como cuarto, quinto y sexto punto, y con el fin de acercar a la Comisión a la sociedad, señala que se crearán módulos itinerantes en todo el país y se modificará el procedimiento de quejas para facilitar y agilizar los procesos de denuncias, que tarden entre 3 y 5 días para ser turnadas a las Visitadurías Generales. En particular, destaca el fortalecimiento de atención a mujeres, periodistas y defensores de los derechos de los migrantes y las comunidades indígenas
Asimismo, se revisarán los perfiles, puestos y funciones de la plantilla de cada una de las áreas de la Comisión y en especial de la Visitadurías Generales, con el fin optimizar el trabajo, pues reconoce que “existe una mala distribución del trabajo”.
En tanto, como séptima medida, indica que se buscará la capacitación y la actualización del personal de las áreas sustantivas de la Comisión en materia de derechos humanos, así como en materia de mecanismos de solución de controversias y en materia de bloque constitucional y de convencionalidad.
Sobre esa misma línea, en octavo lugar, se fortalecerá la figura de los Visitadores Adjuntos, sobre todo los encargados de la atención a las víctimas e integración de expedientes, pues existen quejas de que invierte la mayor parte de su tiempo en funciones administrativas.
Como noveno punto, informa que se combatirá la impunidad y no se permitirá que ninguna autoridad responsable de violaciones a los derechos humanos se sustraiga de la acción de la Comisión.
“Procuraremos reducir los tiempos de respuesta. Hasta este momento no existe un término máximo para emitir una resolución en un expediente de que queja, por lo que un asunto pudo tardar hasta 9 años en resolverse”, revela. “Para enfrentar este problema, crearemos un mecanismo de colaboración con las autoridades, a fin de realizar brigadas de trabajo y comunicaciones eficientes para agilizar la atención de los expedientes”.
Finalmente, se llevará a cabo una armonización normativa de los derechos humanos con los parámetros universales e interamericanos, “pero sin burocracia y poniendo fin a los viajes onerosos al exterior”. Expone: “Necesitaremos, sobre todo, crear una cultura de los derechos humanos, promover y divulgar los derechos humanos reconocidos en la Constitución Mexicana, así como en los tratados internacionales”.