El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, informó desde Washington que aún evalúa las represalias contra Irán por el ataque a la base militar de Al Asad que su país tiene en Irak; sin embargo, bajó el tono y apuntó a posibles presiones económicas; adelantó además que EU tiene armas poderosas, pero no las quiere usar.
“Continuamos evaluando las opciones de represalias y los daños del ataque iraní. Estados Unidos agregará sanciones económicas poderosas al gobierno iraní, hasta que el país cambie su comportamiento”.
Durante su discurso ofrecido a su nación, Trump estuvo acompañado por el secretario de Defensa de los EU, Mark Esper; el vicepresidente, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo; y líderes militares.
En contraste con los medios iraníes, que hablaban hasta de 80 fallecidos, Donald Trump informó que no hubo víctimas mortales en el ataque iraní ayer sobre territorio de Irak, y pidió a las potencias mundiales, sobre todo a las firmantes del Tratado Atlántico Norte (OTAN) que tomen conciencia sobre el rol del régimen de Irán como patrocinador del terrorismo.
“Ningún norteamericano fue herido en el ataque. Todos nuestros soldados están a salvo”, destacó el presidente estadounidense en su discurso en la Casa Blanca
“Informarles que el pueblo estadunidense puede estar agradecido y contento porque ningún estadunidense fue herido, todos nuestros soldados están seguros y solo sufrimos daños mínimos. Nuestras fuerzas están preparadas para todo, Irán parece estar bajándose del caballo y esto es bueno para todos. No se perdió ninguna vida estadunidense ni iraquí”, añadió.
Asimismo, hizo referencia al crudo, recurso trascendente en la zona de Medio Oriente, cuyo paso clave se encuentra en el estrecho de Ormuz: “No necesitamos el petróleo de Oriente Medio. Nuestras fuerzas militares está más fuertes que nunca, nuestros misiles son poderosos, precisos y rápidos; esto no significa que los tengamos que usar, no los queremos usar”.